A pesar de los tropiezos de las negociaciones entre patronos y sindicalistas  sobre reclamos salariales, el ministro de Trabajo, Max Puig,  tiene esperanzas de que se alcance  un acuerdo a mediados de la semana, para lo cual  suministró un estudio estadístico que acercaría a las partes. En víspera del Día Internacional de los Trabajadores se puso de relieve ayer que en el país existe un desempleo de un 30% entre jóvenes y que los asalariados sufren deterioro de la calidad de vida por la  inflación acumulada.

Los trabajadores dominicanos reciben el Día del Trabajo hoy   con un nivel de desempleo  juvenil de alrededor de un 30% entre los  jóvenes en edades entre 17 y 25 años.

También con una justicia laboral lenta ante los reclamos de  los trabajadores, y una seguridad social muy excluyente en  cobertura de enfermedades catastróficas y medicamentos.

Asimismo el deterioro progresivo de la calidad de vida del trabajador y sus familias. Deterioro del empleo formal, y  gran  inflación acumulada no compensada por los salarios.

Asimismo, con  serias dificultades en materia de libertad sindical, con alrededor de 5,000 trabajadores cancelados en los últimos diez años en el sector privado por intento de formación de gremios.

Estas fueron las primeras palabras ayer del  presidente del Consejo Nacional de Unidad Sindical, Rafael Abreu, en una entrevista a este diario en la que habló de avances y  retrocesos que sufren los los trabajadores dominicanos.

Calidad de vida. Según Abreu, el nivel de  calidad de vida del trabajador dominicano y su familia cada día disminuye, por efecto de la  gran inflación, que no le permite tener viviendas dignas ni alimentarse bien.

 En ese sentido estimó que el nivel de capacidad de compra del trabajador dominicano tiene 20 años de atraso. Significa, dijo, que con el salario de hoy el trabajador compra menos bienes y servicios que los que adquiría hace 20 años con el sueldo de aquella época.

 Libertad. Actualmente en el país hay gran libertad de expresión y de reclamos, “pero la libertad sindical tiene serios problemas, tanto que en los últimos cinco años unos 5,000 trabajadores perdieron sus empleos a por sus iniciativas de crear sindicatos”, sostuvo Abreu.

Dijo que en cuanto a las leyes laborales, consideró el Código de Trabajo, creado en 1992, como una buena legislación, pero se aplica de forma mediatizada.

Aclaró que no se refiere específicamente al actual  ministro de Trabajo, doctor Max Puig, sino en general, al comportamiento del Ministerio de Trabajo en los últimos diez años.

Dijo que ante reclamos de los trabajadores, tales como quejas relativas a la falta de libertad sindical, en numerosos casos, no hay equilibrio en las acciones de arbitro del Ministerio de Trabajo, con respecto a las partes involucradas. O    simplemente el funcionario correspondiente no hace nada en materia de protección del trabajador, añadió.

 Respecto al alto nivel  desempleo juvenil, dio el dato de que la República Dominicana está en tercer lugar en Centroamérica,  con un 30%, después de  Nicaragua y Honduras.

Sobre el sistema de  pensiones, opinó que  se caracteriza por la acumulación de fondos en favor de las administradoras de fondos de pensiones (AFP). Dijo que el sistema tiene acumulados alrededor de RD$1,100 millones, y son pocos los pensionados.

Afirmó que igual ocurre con los fondos de riesgos laborales, que los trabajadores casi  no los usan por falta de información

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Cambios economía

En opinión de Abreu, en  los últimos diez años se han  producido cambios en la economía del país que han afectado de forma negativa a los trabajadores. Tales como el reemplazo de manera paulatina de actividades de  producción industrial y agroindustrial por negocios de importación, donde se requiere menos mano de obra formal.

Zonas francas

Ha  afectado también  el  cambio que se ha producido en zonas francas,  en el sentido de disminución sustancial de la actividad textil, sustituyendo empresas de este ramo por negocios de alta tecnología, que requieren menos manos de obra, indicó. Dijo que la actividad textil requiere de mano de obra de manera masiva, pero no así el negocio de alta tecnología.