Con el triunfo electoral de Donald Trump en Estados Unidos se espera la mayor bajada de impuestos desde la era de Ronald Reagan.
Trump había planteado en la campaña que quería reducir al mínimo el Impuesto de Sociedades (del 35% actual al 15%) y reducir de siete a tres los tramos del IRPF (12% para rentas inferiores a los 75.000 dólares; 25% para quienes cobren entre 75.000 y 225.000; y 33% en adelante).
También planteó que se proponía establecer una tasa de repatriación del 10% a las ganancias que las empresas de EEUU acumulan en el extranjero.
“Incluso, su programa estrella de rebaja de impuestos era más ambicioso antes. No quería que nadie, ni los más ricos, pagaran más de un 25%, pero se vio obligado a reducir su horizonte tras comprobar el impacto que semejante reducción tendría sobre los ingresos públicos”, se indicó.
Igualmente, Trump había anunciado un ambicioso plan de más de US$500.000 millones para renovar las infraestructuras, en un ambicioso plan masivo del Gobierno con el que pretende, además, impulsar el empleo. “Vamos a reconstruir nuestras autopistas, nuestros puentes, nuestros túneles, nuestros aeropuertos y nuestros hospitales. Vamos a reconstruir nuestras infraestructuras, que serán inigualables, y haciéndolo daremos trabajo a millones de personas”, reiteró Trump tras conocer su victoria electoral.
Ante esta combinación de reducción de impuestos con inversiones públicas masivas, algunos han planteado la posibilidad de que por lo menos en el corto plazo se produzca un aumento del déficit fiscal, pues no se ha planteado disponer de recortes de gasto masivos para equilibrar.
Además, Trump ha planteado revisar tratados comerciales con distintos países, especialmente el NAFTA, y amenaza con implantar tarifas del 45% y el 35% a los productos procedentes de China y México.
“Voy a obligar a Apple a fabricar sus malditos ordenadores en casa, en Estados Unidos”, dijo.
Ambos países están en el punto de mira del nuevo presidente, porque los considera competencia desleal, aunque China sea el segundo socio comercial de EEUU.