“Emoción” es la palabra que mejor define el discurso de la presidenta de la institución. El estilo sutil que empleó agregó emotividad a las explicaciones de los detalles de la Fundación Amigos Contra el Cáncer.

Estaban los invitados en un restaurante de la ciudad, en su mayoría damas, escuchando atentos cómo Alexandra Matos de Purcell se refería al organismo sin fines de lucro que trabaja para los niños de escasos recursos económicos que asisten a la sala de Hematología y Oncología del Hospital Robert Reid Cabral.

Durante el coctel, que sirvió para presentar formalmente a la Fundación, la presidenta –con su vestido a la rodilla en tono pastel– expresó que pretenden suplir la necesidad urgente de medicamentos oncológicos y apoyo general que se presenta en los niños que en la actualidad reciben tratamiento.

“Nuestra institución está compuesta por un grupo de voluntarios que de manera individual y particular aportan parte de su tiempo y recursos, para brindar ayuda económica y emocional a los niños y sus familias. En la medida en que la demanda fue creciendo, todos los que asistíamos a la sala vimos la necesidad de aunar esfuerzos y juntos buscar soluciones que a largo plazo mejoran las condiciones y calidad de vida de los niños y niñas enfermos de cáncer que reciben tratamiento en el Hospital Robert Reid Cabral”, expresó.

Mencionó como objetivo principal, no sólo ofrecer la ayuda económica para proveer a los niños sus medicamentos, sino también brindarles a ellos y a sus padres todo el optimismo y la fe para enfrentar y vencer su enfermedad.

“Tenemos el firme propósito de crear todos los medios y condiciones para integrar a los niños a los entornos normales y adecuados, brindándoles dentro de su tragedia una esperanza de vida con calidad”, agregó.

Finalizó su discurso invitando a las personas a formar parte del gremio, ya sea con un aporte económico, apadrinando un niño con una ayuda mensual o con aportes periódicos, o que simplemente les dediquen parte de su tiempo.