Esperanzas después de las tormentas

Esperanzas después de las tormentas

Me he apropiado del título de la sublime ofrenda que Héctor Acosta les rindió a los héroes y víctimas durante el paso de la tormenta Noel, ahora que tenemos un respiro después de las tantas tormentas que en agosto y septiembre azotaron a la isla.

Pese a los cuantiosos daños materiales, ocasionados por las tormentas, la ciudadanía exhibió una mayor madurez para la protección de vidas. El agua de los ríos desbordados inundaron muchos terrenos, dejando cuantiosos daños en las plantaciones, y en numerosas vías de comunicación, cercenaron el acceso a los puentes por la furia de las crecientes que como nunca antes recibieron sus extraordinarios caudales.

Es que otra tormenta más peligrosa, originada por lo que el Presidente Fernández ha bautizado el capitalismo de casino, expresión que va calando a nivel mundial en una novedosa tesis de las manipulaciones de los capitales, es la del derrumbe de tantas entidades financieras de Estados Unidos y de otros países, amenaza alterar la confianza que exhibe el sistema financiero nacional. Este se encuentra apuntalado por una prudente y firme acción del Banco Central, que ha sabido capear las presiones, que de todos lados recibe para que modifique sus directrices hacia medidas complacientes de los sectores que se enriquecen con las crisis que en el pasado han afectado al sistema bancario nacional.

Las tormentas financieras de la década del 80 ocasionaron severas crisis a todo el sistema financiero que a principios de los 90 elevó la inflación a más del ciento por uno, crisis de combustibles imborrable en la memoria y elevación de los precios que maltrataron severamente a la industria de la construcción. Valientes medidas asumidas por el gobierno de turno convirtieron al país en el modelo y milagro económico de la década del 90. A finales de la misma el índice de crecimiento era superior al 8%.

Criticado por los que siempre están a la sombra aguardando los informes del Banco Central, para hacer estallar toda su artillería de frustraciones acerca del avance del país, el organismo dio a conocer los resultados del desenvolvimiento de la economía en lo que va del año y los resultados son esperanzadores de que los daños de las tormentas financieras y naturales han sido manejables, por el convencimiento de que las acciones previsoras han estado encaminadas a evitar una acción especulativa de quienes han sabido nutrirse en estos tiempos de crisis y llevando a la pobreza a más sectores, en especial los de la clase media.

Hay esperanzas en medio de las crisis que nos golpean. Es una lástima que sectores políticos del gobierno no han visualizado el momento que vive la humanidad. Han preferido devorar el aporte de los ingresos fiscales para provocar un exagerado drenaje de gastos con un aumento constante de la nómina pública, que no se compadece con la situación actual del mundo.

Los sectores de poder deben recapacitar para que sean cautos en los gastos de sus proyectos políticos de vasallaje de los dominicanos. Con ese cambio, se reforzarían las esperanzas de sobrevivir de la nación frente a los daños de la Naturaleza y de los hombres.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas