La espinaca es una planta con hojas comestibles que puede utilizarse en la elaboración de jugos, pasteles, cremas, ensaladas y puré. Se destaca su valor nutritivo, pues es  rica en vitaminas A, E y antioxidantes. También contiene hierro.

La espinaca puede consumirse cruda, pero si no le gusta ha de saber que esta planta no necesita mucho tiempo de cocción, al igual que muchos otros vegetales. Con hervir durante cinco minutos en agua salada es suficiente. Para conservar mejor sus nutrientes, puede añadir sal al agua, pero no es obligatorio. Al final de la cocción,  escurra las hojas bien y si quiere conservar su color verde intenso, sumérjalas inmediatamente en agua fría luego de hervirlas.

¿Cuál es la mejor?

Para comprar unas buenas espinacas hay que prestar mucha atención: las mejores son aquellas cuyas hojas son firmes, tiernas y  brillantes.  

La cuestión del tamaño también es de considerarse; cuando las hojas no están bien desarrolladas probablemente no han madurado y quizá no tengan buen sabor, pero tampoco procure comprarlas demasiado grandes porque pesan mucho y puede acabar desperdiciándolas.

Recetas

Omelette de espinacas y queso

1 atado de espinaca cruda

3 huevos

Sal y pimienta

3 cucharadas de queso parmesano rallado

1/2 cucharada de perejil picado

50 gr de manteca

100 gr de queso mantecoso

Preparación.   Limpiar y cortar finamente la espinaca. Mezclar con los huevos, el queso rallado, la sal y el perejil. Derretir la manteca en una sartén y verter la preparación. Cocinar a fuego moderado hasta que se dore el borde de la omelette. Luego dar vuelta para que se dore de ambos lados, agregar en el centro un trocito de queso mantecoso, doblarlo al medio y servir. Puede acompañar este omelette con unas galletas hechas en casa o  pan  tostado, acompañando también con un jugo de frutas frescas, excelente para este tipo de entradas.

Ensalada de espinaca

1/2 taza de vinagreta baja en grasa 1 cucharada de cilantro o perejil picado o 1 cucharadita de albahaca u orégano

1 ó 2 cucharaditas de mostaza

1 1/2 libras de espinaca fresca

12 tomates pequeños (cherry)

1 cebolla blanca pequeña, cortada en aros delgados

 Pimienta al gusto

2 claras de huevo duro ralladas finamente

Preparación.  En un plato hondo, combinar la vinagreta, las hierbas o condimentos y la mostaza. Mezclar bien, cubrir y refrigerar durante algunas horas. Lavar bien la espinaca con agua fría y ponerla a secar. Quitar los tallos y cortar en pedazos pequeños. Colocar la espinaca en un plato para ensalada. Agregar los tomates, la cebolla, la pimienta y el aderezo. Revolver bien. Poner las claras de huevo duro rallado por encima de la ensalada. Servir.

Cocina

La espinaca  tiene hierro, pero  no en grandes proporciones

El  mito de que la espinaca tiene mucho hierro es fruto de un fallo: el científico E. Von Wolf colocó una coma erróneamente al escribir la cantidad de hierro que posee  la espinaca, multiplicando por diez el verdadero valor. El  hierro que posee esta planta no puede ser absorbido completamente por el cuerpo,  pues tiene mucho ácido oxálico, que lo hace  insoluble.

Mejora tu salud  consumiendo más espinacas

La espinaca posee una gran cantidad de vitaminas y otros nutrientes, por lo que es muy aconsejable para personas con anemia, fatiga, envejecientes y embarazadas. También puede aportar mucho en el crecimiento de los niños. Tiene un gran contenido de caroteno (provitamina A) al igual que las zanahorias, además de fósforo, magnesio y potasio. Es muy recomendable para personas que sufren de estreñimiento.

Consejos

Toronja. La piel de la toronja suele estar muy pegada a la pulpa. Si quiere despegarla sin acabar destrozando la fruta, introdúzcala unos minutos dentro de una olla con agua hirviendo. Séquela y verá cómo puede pelarla fácilmente.

El arroz no debe lavarse.  Cuando hace esto, el arroz pierde el almidón y su valor nutritivo.

Conserve el pimiento morrón. Los pimientos pueden refrigerarse, pero nunca por debajo de los siete grados celsius. No resistirán más de dos semanas en el refrigerador, y con el tiempo van perdiendo vitaminas.

 Queso. El mozzarella tiene una vida muy corta, así que debe consumirse en pocos días. Guárdelo en la nevera en papel de plástico o congelado.