La llegada de Hatuey de Camps a la jefatura de campaña del candidato presidencial Hipólito Mejía puede ser un factor positivo si no genera mayor tensión con Miguel Vargas Maldonado, afirmó la socióloga Rosario Espinal.

“En un proceso electoral ya a prácticamente dos meses de las elecciones, Hipólito Mejía no puede aumentar el nivel de tensión. Mejía podía seguir ignorando a Miguel Vargas. Si el rol que va a jugar Hatuey es enfrentarse a Miguel Vargas, eso es sumamente peligroso en dos meses de campaña que quedan”, señaló la catedrática de Temple University, de Filadelfia.

Entrevistada en el programa “De la semana”, que dirige Pablo McKinney, Espinal apuntó que si se registran mayores enfrentamientos  entre Mejía y Vargas, será el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) el beneficiario porque el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) será pintado como “el partido del caos”.

“La política que estaba siguiendo Hipólito como de ignorar a Miguel Vargas era más rentable que una confrontación con Miguel Vargas porque la única posibilidad que tiene el PRD de ganar las elecciones es si reduce lo que yo he llamado el factor cuco”, indicó Espinal, que lo explicó como el miedo del votante al PRD.

Expresó que hay una fracción de clase media que “ante el cansancio de un PLD ocho años en el poder puede darle el voto al PRD si se nota armónico, pero si entra en una garata entre sus líderes, ahora, el PRD va a ver sus números desplomarse”.

Explicó que los números que habría bajado Mejía en las encuestas es algo normal porque Danilo Medina ha obtenido el apoyo de la familia presidencial, el sector reformista Leonelista, más las otras alianzas.

Consideró Espinal que “el desafío del PRD ante esta ofensiva del PLD es cómo llegarle y cómo apelarle a los segmentos de capas medias que no son clientela de nadie y que votan en función de una relativa estabilidad para su propio beneficio general.

Al abordar el tema de la acción política hoy, la experta señaló que “el principal vehículo de movilidad social para los que se quedan aquí, es la política; los otros se tienen que ir”.

Afirmó que el narcotráfico y el lavado son negocios que para que se puedan dar en magnitud en un país, “necesitan la aprobación y la complicidad del poder político”. 

“Tú no puedes en un país montar un negocio de lavado y de narcotráfico sin que las principales autoridades civiles y militares te den el visto bueno”, apuntó Espinal tras agregar que “el Estado es un gran botín, los grandes se benefician en grande y los pequeños en pequeño, con una botellita, con un sueldito”.

Consideró que las elecciones en el país ahora mismo son luchas de dos grandes clientelas, “porque ya hemos vuelto a dos partidos que se disputan” y cuentan con muchos aliados.

Situación de la mujer. Al cuestionársele en torno a la situación de la mujer dominicana al presente, Espinal dijo que hay avances, como la inserción de las mujeres al trabajo y al estudio, pero continúan las retrancas como la marginalidad en la política.

Sobre este último aspecto la experta manifestó que el gobierno de Leonel Fernández y el PLD da muy poco espacio a la mujer en su gabinete y donde ellas están mejor representadas es en la Cámara de Diputados y en las salas capitulares de los municipios porque existe una cuota legal.

“Ojalá que el próximo gobierno de una participación más alta a mujeres”, sugirió Espinal.  

Admitió que ha habido una mayor inserción en el mercado laboral, pero con inferior salario.

“La mujer hoy en día no es un ente que está confinado al hogar”, dijo Espinal, pues participa en la política, la vida laboral, gremial y en los estudios.

Al abordar el tema de los feminicidios, la socióloga sostuvo que esa práctica criminal demuestra que “hay un alto nivel de violencia en los hombres” que además cuentan con mayor fuerza física y con armas.

Se pronunció a favor de cambiar la cultura de violencia y postuló que ahora se puede hacer mejor con el tema de los feminicidios porque se le está poniendo atención a este tipo de agresión.

Consideró que en el país hay un problema de cultura de violencia machista que se agrava con la vulnerabilidad económica, la inseguridad en el empleo, que contribuye a que los hombres abandonen su responsabilidad paternal.

“Aquí hay que hacer una gran inversión en promover una cultura de la paz, una cultura de la igualdad y una cultura del compromiso y la responsabilidad y de la corresponsabilidad”, puntualizó Espinal.