Luego de la entrevista con Oprah Winfray, de la que se cree la CBS pagó 7 millones de dólares, la esposa del príncipe Harry enfrenta nuevas acusaciones de acoso y maltrato laboral. La duquesa de Sussex “se volvió loca” con su asistente personal porque compró mantas del color incorrecto para una fiesta. No mucho después de haberse comprometido con el nieto de la reina Isabel II, Meghan Markle organizó una reunión en Sandringham para los amigos de su prometido.
La duquesa quería mantas rojas personalizadas bordadas para cada invitado, y le dijo a Melissa Touabti que las consiguiera. “Cuando llegaron, no eran del tono de rojo adecuado para Meghan y se volvió loca con Melissa”, dijo una fuente al tabloide Sunday Times.
Las nuevas revelaciones se producen después de que los asesores del Palacio de Buckingham señalaran que la entrevista de los Sussex con Winfrey es un “espectáculo secundario” que no afectará al pueblo británico en medio de preocupaciones más apremiantes por la pandemia y la salud del duque de Edimburgo, que sigue hospitalizado.
“El lunes, la mayoría de la gente en Gran Bretaña estará pensando en volver a las escuelas, en vacunarse y, en el Palacio en particular, esperando con ansias que el duque de Edimburgo salga del hospital. Esto es solo un espectáculo secundario”, dijeron.
Funcionarios del Palacio han revelado al tabloide Daily Mail que Isabel II no mirara la entrevista y que se niega a dejarse arrastrar en el “circo” de los Sussex, después de las acusaciones de un presunto abuso de poder de la duquesa con algunos trabajadores.
The Times publicó la semana pasada que Markle intimidó a dos miembros del staff del Palacio de Kensington. El periódico reportó que una queja por bullying fue presentada en octubre de 2018, cinco meses después de su boda con el príncipe Harry, por Jason Knauf, quien trabajaba como secretario de comunicaciones para los duques de Sussex.
El artículo además afirma que Harry le “suplicó” no proseguir con las acusaciones durante una reunión, la cual el abogado de los Sussex dijo que nunca ocurrió. En tanto, Meghan negó estas acusaciones y dijo que es víctima de una “calculada campaña de desprestigio”.
La ex actriz aseguró que el periódico británico, “está siendo utilizado por el Palacio de Buckingham para vender una narrativa totalmente falsa basada en información engañosa y dañina” sobre su trato al personal del Palacio de Kensington.
Los abogados de Meghan dijeron que se encuentra “entristecida por este último ataque a su persona, particularmente como alguien que ha sido objeto de acoso y está profundamente comprometida con apoyar a quienes han experimentado dolor y trauma”.
Pero Isabel II ordenó una investigación tras conocer el supuesto maltrato por parte de la ex actriz hacia su personal. En un comunicado, dijo que su equipo de recursos humanos “revisará las circunstancias descritas en el artículo” y buscará hablar con los miembros actuales y antiguos de su personal. “La Casa Real no tolera ni tolerará el acoso laboral”.