POR MARIO MENDEZ
La piratería sigue en franco crecimiento en el país, tanto en lo que respecta al copiado como a la importación paralela, a pesar de que la República Dominicana cuenta con una de las mejores leyes en materia de derecho de autor, que es la 65 del año 2000.

El problema es tan grave que, según representantes del sector, ninguna de las obras que comercializan las principales tiendas o videos clubes del país, poseen los derechos para ser usufructuadas.

La causa de este crecimiento de la piratería es atribuida por representantes del sector principalmente a la falta de voluntad política de las autoridades competentes y al poco apoyo que está recibiendo la Oficina Nacional de Derechos de Autor para hacer respetar la ley.

Entre las principales consecuencias de esta práctica delictiva está la quiebra de las compañías que poseen los derechos de distribución y comercialización de las obras cinematográficas, al no poder colocar en el mercado sus productos por la competencia desleal que le hacen quienes violan la ley.

También esta práctica desestimula la inversión en el sector por parte de los más de 200 estudios cinematográficos registrados en los Estados Unidos, lo que se contrapone al deseo expresado por el presidente Leonel Fernández de desarrollar la industria cinematográfica en la República Dominicana.

Los representantes del sector denunciaron que, para su sorpresa, cuando ellos consiguen la autorización para exhibir las obras en las salas de cine, para posteriormente comercializarlas para uso doméstico, ya esas obras están siendo comercializadas ilegalmente por las tiendas y clubes de video que operan en el país.

Denunciaron que incluso hay puntos del país donde se producen copias ilegales, sin que les autoridades que debieran apoyar la labor de la ONDA emprendan las acciones legales correspondientes para corregir el problema.

Advirtieron que mientras las compañías distribuidoras de obras cinematográficas, que operan legalmente el negocio, han estado registrando pérdidas en los últimos años, quienes operan en la ilegalidad están obteniendo jugosos beneficios.

Estos planteamientos fueron hechos por Cesar Díaz Rodríguez, gerente general de World Video Corporación Dominicana, empresa que posee los derechos de comercialización y distribución de obras cinematográficas en los formatos de BHS y DVD, provenientes de varios de los estudios más grandes de los Estados Unidos, como son Paramound Picture, Universal Picture Columbia Tristal y Warner Brothers; Leonel Mota, presidente de Distribuidora Alamo, SA., que posee los derechos para el formato de 35 milímetros, que es el que se utiliza tradicionalmente para las salas de cine, y el obogado de World Video Corporación Dominicana, doctor Miguel Núñez Durán, quien lleva la parte legal de esa empresa frente a las continuas violaciones de los derechos de autor.

Al ofrecer explicaciones sobre las diferentes modalidades de piratería que se utilizan en el país, señalaron que la principal es la importación de las películas en formato original sin la debida autorización para su comercialización y usufructuo en el territorio dominicano. Esta práctica, que viola las ventanas o períodos de comercialización internacional, es llamada comúnmente importación paralela.

Señalaron que la segunda modalidad en importancia a que recurren los violadores de la ley, es el copiado sin autorización de un original, la cual es comúnmente llamada como piratería burda.

Explicaron que otra violación a la ley es la que ponen en práctica algunos canales de televisión al presentar obras cinematográficos fuera de los períodos de comercialización.

Los representantes del sector precisaron que el actuar director de la ONDA tiene la intención de enfrentar el problema, pero que hace falta el apoyo económico necesario y el de las demás autoridades que debieran colaborar ágilmente con esa institución, como las fiscalías de los diferentes distritos judiciales.