LONDRES, AFP. El luchador puertorriqueño Jaime Espinal atribuyó a la fuerza de Dios su sorprendente actuación de este sábado que le llevó a obtener una medalla de plata en la categoría de menos de 84 kilogramos de los Juegos de Londres. 

«Fue algo divino. Por lo general hago movimientos explosivos pero (…) en la última pelea que gané hice una llave que después pensé: ‘¿en serio? ¿tan fácil?», reveló Espinal. 

«La verdad es que no era normal, me sentía poderoso. Y se lo agradezco a Dios con todo mi corazón», afirmó el primer luchador de su país en lograr una presea olímpica. El puertorriqueño, nacido en la República Dominicana, alcanzó contra todo pronóstico la final de la categoría, en la que fue vencido por el campeón mundial azerbaiyano Sharif Sharifov.  

Antes había vencido con claridad tres combates: ante el bielorruso Soslan Gattsiev en las semifinales, el georgiano Dato Marsagishvili en cuartos y el nigeriano Andrew Dick en octavos.  

«Utilicé el factor sorpresa. Los países rivales definitivamente nunca pensaron que Puerto Rico era nadie», resaltó el luchador, de 27 años. Su actuación rompió los pronósticos que apuntaban a que su compatriota Franklin Gómez, subcampeón mundial de -60 kg, era la verdadera opción de medalla olímpica para Puerto Rico.

Gómez, que arrastra una gripe en los últimos días, cayó en la ronda preliminar de -60 kg ante el monarca mundial ruso Besik Kudukhov y después no pudo aprovechar el repechaje para pelear por un bronce.  

«Al final no importa quién fuera (el que lograra medalla), lo que queríamos era abrir las puertas a la juventud de Puerto Rico», afirmó Espinal. El luchador también reconoció que se siente tan dominicano -el país de sus padres- como puertorriqueño pero explicó por qué eligió la bandera para competir. 

«Llegué a Puerto Rico con cinco años y entré a la lucha de casualidad. Yo aprendí allí. Por eso me sentí totalmente conforme con representar a Puerto Rico, que fue el que me enseñó este deporte», razonó.