Esta noche hay una fiesta

Esta noche hay una fiesta

Los vestidos de noche son interminables, cubren los pies, se prolongan hasta el suelo con volantes, plumas, dobladillos de encaje, aplicaciones de gasa y “ruffles”.

Los volantes se rizan y se fruncen para dar mayor volumen a tejidos tan exquisitos como el tul, la gasa, la muselina, el raso, el “plumetti” y la organza, mientras que los lazos, los calados, la pasamanería, los bordados de cristal de oro y plata, los pétalos de flores y los “pailletes” adornan los diseños nocturnos.

Esta temporada, la noche se tiñe de blanco, un tono tan inocente como sensual, pero los diseñadores también hacen una concesión a colores como el lila, el naranja, el oro, el rojo, el gris y el negro. Escotes en “uve”, cuellos “halter”, las asimetrías y los tirantes cruzados realzan los diseños para la noche.

Si la fiesta es en el campo apueste por la frescura de los estampados de flores, la suavidad de la seda y los accesorios de color.

Alta costura, irresistible

Son las fiestas de noche el lugar idóneo para exhibir vestidos de lujo, exquisitas creaciones, pequeñas obras de arte de los maestros de la Alta Costura. Yves Saint Laurent decía que “la moda no es arte, pero hay que ser un artista para dedicarse a ella”. Los costureros más prestigiosos dictan las tendencias a seguir para brillar durante la noche.

El italiano Valentino, sobre una paleta de colores blancos, rosas, marrones chocolate, suaves oros, rojos y tonos empolvados, propone soberbios vestidos largos salpicados de lunares, flores, deslumbrantes bordados y volantes.

Lagerfeld para Chanel apuesta por sutiles vestidos de gasa bordada, faldas de volantes de “chiffon” con cortes románticos, todos ellos en blanco, negro y rosa palo, realzados con plumas naturales, transparencias.

Más trasgresor y atrevido, John Galliano para Dior presentó en la ciudad del Sena una extraordinaria colección que recreaba una fantasmagórica Revolución Francesa. Sobre tonos rojos, blancos, negros y beiges diseñó espléndidos “bustiers” y piezas únicas en cuero.

Jean Paul Gaultier se inspira en Oriente y en el Mediterráneo para vestir a la mujer de noche. Vestidos túnica, pantalones bombachos, “leggings”, “bustiers” y cuellos “halter” son el denominador común de este maestro francés.

El italiano Armani, que adora mezclar el diseño masculino con el femenino, propone sastres de lujo para una noche divertida. El negro, el beige, el plata, el azul noche y el blanco le sirven para crear delicados vestidos con lluvia de cristales, chaquetas con adornos en la solapa, faldas abollonadas, así como diseños con volúmenes geométricos.

Christian Lacroix propone sublimes vestidos largos de gasas con bordados en oro y pedrería en tonos naranjas, azules, malvas y blancos. Las flores silvestres, los lunares, los volantes y los encajes en azabache son los encargados de enriquecer la belleza de sus diseños.

Para la noche, Elie Saab prefiere vestir a la mujer con vestidos con silueta sirena y escotes palabra de honor bordados con flores de “paillettes” y rematados con volantes de tul en el bajo.

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