¿Está realmente hecho  para el compromiso, o le da pánico?

¿Está realmente hecho  para el compromiso, o le da pánico?

El compromiso se entiende como una situación en la que se espera de usted  un comportamiento y unos ideales compartidos con otra persona. El compromiso de pareja supone unos objetivos y metas comunes y un futuro en común, desde luego esto implica años de convivencia con la misma persona y superación de fracasos y éxitos en común. 

Según explica el doctor César Mella, psiquiatra, comprometerse implica asumir tareas y acciones que honren la palabra empeñada. “Comprometerse significa asumir posiciones, sean estas políticas, comerciales, sentimentales y otras”, explicó

Así mismo indicó que una gran cantidad de seres humanos ya adultos padecen de un temor especial a ceder parte de su libertad y endosar conductas y acciones por una causa o por una meta u objetivo.

Ante esto la pregunta obligada sería:  ¿Es normal que una persona le  surjan muchas dudas y miedos a la hora de hablar de compromiso? A lo que el doctor Mella responde que muchas personas viven llenas de temores e inseguridades. Estas tendencias se van forjando en el seno de la educación hogareña y escolar. Un niño  abusado o maltratado; un infante criado en base a muchos castigos  y métodos rígidos y un ser humano lleno de frustraciones y resentimientos va modelando conductas de evitación, lleno de dudas y temores y, sobre todo, el gran temor a fracasar de nuevo o por primera vez.

“Mucha gente se paraliza cuando tiene expectativas muy altas respecto al futuro de una decisión, es el caso de un hombre que “no se atreve” a pedir  amores a una dama por temor a asumir un compromiso en caso de ser aceptado.

¿Cómo reconocer a un «fóbico» del compromiso?.  Habitualmente estamos frente a un sujeto que se mueve en bajo perfil y que de manera oportunista nada sobre los hombros de “los que se atreven”.

Cómo tratar  esta situación. Casi nunca tienen conciencia de que padecen de esta limitación, incluso se autoperciben como un “ser prudente que no se busca líos”.

En el plano laboral y en el académico casi todos conocemos gente así. “Yo percibo de manera empírica que esto es más frecuente en el sexo masculino que en el femenino. Nunca los acusan de nada, pues no asumen posiciones; no se equivocan pues no apuestan a nada; son difíciles para pedir una mano o para tomar la decision de casarse” y más aún, son cautos   “para meterse en líos” por ejemplo ante los préstamos bancarios.

“Fóbicos”

Al compromiso, el doctor Mella explica

El término fóbico al compromiso no existe en la literatura científica, pero la interpretación popular del vocablo puede semejarse a: Gente tímida que se inhibe a la hora de ir a una entrevista de trabajo por temor a asumir un compromiso de horarios.

Sujetos que no son capaces de inscribirse en una agrupación política o aceptar un cargo dirigencial en cualquier nivel, pues su bajo perfil; su autosubestimacion; el estrés que le causa solo imaginarse toreando situaciones difíciles los hace “escapar permanentemente” de asumir posturas y responsabilidades.

El tema es más serio. Anecdóticamente puedo decir que del mundo de mis consultas conozco caballeros  que niegan la barriga de su amante y la hacen abortar por no asumir compromisos; personas que no aceptan un cargo de director por no contraer un compromiso mayor y prefieren ser siempre un segundón o un  muchacho de mandados a las sombra de los que asumen el compromiso»…

En nuestro medio mucha gente no vota; no dice a qué equipo de pelota pertenece; no son capaces ni de jugar un san; y gente que, en fin, no empeñan su palabra con ningún proyecto.

De un ser humano así opinan sus compañeros: “Con fulano no cuentes… Ese hombre no se compromete con nadie ni con nada”, pues al parecer el individualismo  constituye uno de los ingredientes básicos de este comportamiento.

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