¡Esta violencia me da tiriquitos!

¡Esta violencia me da tiriquitos!

¡La fiebre no está en la sábana!

Qué piensas, Herminio? –cuestiona Píndaro-… Te lo pregunto, porque cada día nosotros los hombres parecemos pensar menos en lo valioso de unas relaciones armoniosas con las mujeres que nos rodean… Mientras, tienen la convicción de que les ha llegado el momento de luchar, aprovechando la proliferación de medios de comunicación –en especial las redes sociales-, contra un virus –que no es precisamente el covid 19- que ha tomado cuerpo de violencia virulenta”.

Herminio y su alter ego han salido a dar un paseo por los alrededores del Jardín Botánico… El ambiente ha refrescado y, manteniendo una distancia prudente aprovechan la comodidad de la soledad que les rodea… Sin quitarse sus mascarillas se explayan en un tema que ha dejado de ser un sueño para convertirse en una triste realidad…

“¿Por qué hay tanta distorsión en el pensamiento de muchos cuando nos viene a la cabeza la mujer?” –se pregunta Píndaro-… “Hace un par de meses –expresa Herminio-, el organismo más organizado y de un prestigio y respeto bien ganado en nuestro país –el Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas, PACAM-, llevó a cabo el estudio ‘Pensamientos Distorsionados sobre la mujer y el uso de la violencia: El caso de la República Dominicana’, y… ¡los datos son escalofriantes!”, concluye Herminio, estremecido, mientras se frota con la palma de su mano izquierda el antebrazo derecho…

“Ahhhh –comenta Píndaro-, ese es el estudio que midió hasta qué punto está presente el pensamiento sobre la inferioridad de las mujeres y las creencias erróneas que legitiman la violencia como forma de solucionar conflictos”… “¡Sí! –responde Herminio-… Identificaron las distorsiones cognitivas más frecuentes, conocieron la significación de la diferencia estadística entre hombres y mujeres, y vieron que las condiciones de esta percepción son muy similares en el Sureste, el Suroeste y el Norte-Cibao del país”.

“La muestra escogida para este estudio –patrocinado al PACAM por el Popular- fue de mayores de 18 años, y se llevó a cabo entre noviembre 2020 y enero 2021 –en pleno auge de la pandemia-, con un nivel de confiabilidad de un 75%, utilizando para la aplicación de su trabajo de campo 21 items binarios (falso/verdadero)-, que permitieron que a mayor distorsión cognitiva más probabilidad de una conducta violenta… Aunque su muestra (69.3% mujeres versus 30.7% hombres) fue en una proporción no apegada a la realidad poblacional del país (49.6% mujeres versus 50.4% hombres), no por ello sus resultados dejan de ser espeluznantes” –exclama Herminio, mientras evita tropezar con algunas raíces de los árboles en la acera-.


“¿Sabes una cosa? –refiere Píndaro-, con parte de la muestra escogida -44.4% con un grado universitario, 39.5% con maestría y un 3.6% nivel doctoral- los pocos pelos que tienes se te mantendrán ‘de punta’… Todo cobra una importancia fundamental que da un giro a lo conocido antes, que siempre se enfocaba en las clases menos instruidas y necesitadas del país…

Este estudio da en el clavo y preocupa hondamente, cuando ratifica que existe la creencia de que la mujer es inferior frente al varón… Y, que la mujer es la culpable del maltrato a que es sometida… Y, que la violencia ‘es la estrategia adecuada para la solución de los problemas de relación… Y, que ‘el maltratador no es culpable de sus actos’… ¡Eso no se lo creen ni los chinos de Bonao!…
¡Esta distorsión detectada debe ser tomada en cuenta de inmediato!” –explota Píndaro, indignado-.

“Parece que las historietas de Supermán, Batman y Robin, Tarzán y otras, calaron tanto que nos dedicamos a soñar y a distorsionar nuestros pensamientos, que –como indicanlos resultados del estudio- ‘una mujer que vive con un hombre violento debe tener un serio problema psicológico’… –comenta Herminio, y exclama-: ¡La fiebre no está en la sábana!”.
Píndaro, que hace un rato había conversado sobre el tema con Nano Regino -su compañero de estudios en INTEC-, sentencia:

“Los hombres hoy día han desarrollado un celo que va más allá de lo sexual… Es un celo profundamente profesional… Hoy, muchas mujeres se han preparado para enfrentar su vida, independientemente de que deseen compartir con su compañero de ruta momentos agradables que les puedan proporcionar la vida… Mientras, parte de los hombres han constreñido su campo de acción ‘profesional’ y su rendimiento está siendo mermado por ideas erradas que, a la
postre, quieren ser recuperadas por el uso de la fuerza transformada en violencia física
o psicológica”.

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