Estabilidad de los precios macroeconómicos

Estabilidad de los precios macroeconómicos

Desde el 2008 el déficit de la cuenta corriente ha sido ascendente, estimándose en US$5,000 millones, 10% del PIB, para el 2011. Los faltantes se han cubierto con superávits en la cuenta de capital, que no han sido inversiones extranjeras que han comprado activos dominicanos, sino capital artificial que pesara de mala manera en las finanzas públicas. Principalmente con préstamos externos, definidos por las autoridades con el eufemismo de apoyo presupuestario, se cerró la brecha externa en los últimos años.   

Bastó que el gobierno incumpliera con la séptima y octava revisión del Stand By con el FMI, para que las finanzas públicas entraran en crisis. Dejó de recibir  US$841 millones, de los cuales US$511 millones debió desembolsarlo el FMI para fines de reservas y para que el gobierno pagara al Banco Central los intereses de los bonos de la capitalización. Los restantes US$330 millones provenientes de multilaterales para proyectos específicos y como apoyo presupuestario. Un serio problema de liquidez que el gobierno resuelve con acciones ilegales o sin precedentes históricos, está ejecutando el presupuesto del 2012. El riego soberano es otro problema. El Banco de Inversión UBS, Nomura Group, The Economist y J.P. Morgan, están advirtiendo del peligro que corre la economía en este momento por la violación del programa con el FMI, desconociéndose cuál será la respuesta de los mercados.

La difícil situación fiscal es un peligro que no puede ser enfrentada solo por la política monetaria. El crédito bancario a las empresas y a las familias se encareció por la superioridad del déficit fiscal respecto al programado por el FMI. Para reducir el costo del dinero a los bancos comerciales, el pasado miércoles las autoridades monetarias redujeron en 50 puntos básicos la Lombarda, la tasa máxima de préstamos. Se dejó en 6.75% la tasa de política o “over night”, reduciéndose a 2.25% la brecha entre ambas tasas, lo que en la práctica opera como un incentivo para la expansión del crédito bancario. Lo que motiva la medida es la desviación producto y/o de la inflación respecto a los objetivos  perseguidos por la política monetaria, lo confirma la caída del crecimiento y la alta inflación. La enseñanza es que para la efectividad de la política monetaria es necesario considerar otros indicadores, entre los cuales está el déficit del gobierno, porque “el esquema de meta de inflación” no es automático.

Por tal razón, una de las características del nuevo gobierno de Hipólito Mejía, será el manejo prudente y responsable de las finanzas. Lo hizo en el periodo 2001-2004, cuando el presupuesto cerró con un superávit acumulado de RD$3,318 millones y la cuenta corriente con un saldo acumulado positivo de US$588 millones. La política monetaria “anclara la inflación” en un bajo nivel, con la tasa de interés como meta operativa. Como Hipólito Mejía fortaleció la autonomía del Banco Central, prohibió el financiamiento del gobierno con inorgánicos y sentó la base para estabilizar la inflación, todo a través de la Ley Monetaria 183 del 2002, en lo monetario los pele deístas se apoyaron en su herencia, pero lamentablemente no lo imitaron en cuanto al manejo del presupuesto.

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