Estable madre sextillizos

Estable madre sextillizos

POR ALTAGRACIA ORTIZ G.
Máxima Pérez, la paciente de 33 años que espera sextillizos y que fue ingresada el lunes en el hospital Plaza de la Salud, está estable y es revisada por un equipo de médicos.

Asimismo, las dos cuatrillizas que nacieron hace 19 días en el hospital de la Mujer, del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) se recuperan y están estables dentro de su gravedad, informaron ayer sus médicos.

Todavía los médicos de ese centro no han emitido un boletín médico informando sobre el estado de la paciente que se ha convertido en centro de atención de la comunidad médica y del país. Sería la primera vez que se registre un parto de sextillizos en el país, razón por la que los médicos han tomado el caso y han dado un interés científico. Su médico privado, el doctor Jou Fernándes reiteró que ya no será necesario hacerle transfusión sanguínea, porque la paciente ha respondido a todos sus tratamientos y pruebas.

Cada día se incrementa en el país en número de madres que tienen embarazos múltiples. Las razones están vinculadas a los tratamientos de infertilidad.

Pérez es oriunda de la comunidad de El Morro de Villa Mella, lleva casi 27 semanas de embarazo.

La madre tiene 33 años de edad y su esposo, Emilio Figuerero, tiene 32 años. Ambos se ganan la vida en un pequeño negocio en el que fabrican enjuague de pelo, champú y detergentes. La pareja ya tiene una niña de cinco años de edad, pero como querían un segundo hijo, la madre se sometió a tratamiento para fertilidad.

Diana Isabel está estable, pero Gwent Estefany tiene dificultades con la alimentación y en ese tipo de bebés la nutrición es fundamental, han dicho sus médicos. Dos de las cuatrillizas murieron por hemorragia cerebral y pulmonar, mientras las dos hembras son atendidas por neonatólogos de ese hospital.

Los cuatrillizos son hijos de Lisbel Binet Ventura, de 22 años de edad y estudiante de Mercadeo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y del técnico en computadoras Eduardo Canario, de 30 años. La madre y el padre están integrados totalmente a la recuperación de sus hijos.

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