POR PEDRO GERMOSEN
Con el fin de contrarrestar el dolo y la corrupción en las operaciones del Estado, el Senado modificará un proyecto del Poder Ejecutivo para establecer un tope mínimo para las compras y contrataciones sin licitación de obras, bienes y servicios que hagan las entidades públicas.

     La información la ofreció ayer el senador Tommy Durán (PRD-Puerto Plata), quien preside la comisión especial apoderada de ésa y otras iniciativas del Poder Ejecutivo

     El congresista dijo que los comisionados estudian establecer diferentes topes de acuerdo al nivel de las operaciones económicas de las instituciones estatales.

     Señaló que no se puede establecer un tope mínimo único para organismos, por ejemplo, como la secretaría de Obras Públicas y un ayuntamiento de un municipio pobre.

     «Ésas son de las cosas que les estamos dando forma para ver si al Gobierno Central le ponemos un monto mínimo para las compras y contrataciones sin licitación, y los que correspondan a las demás entidades del Estado, incluyendo a los ayuntamientos y al Congreso Nacional», expresó Durán.

     Advirtió que el proyecto de ley sobre contratación de bienes y servicios del Estado no será aprobado sin el límite del tope, porque, dejarlo abierto, advirtió, daría pie al dolo y la corrupción.

     El congresista manifestó que, en consecuencia, todas las compras importantes que hagan las instituciones estatales tendrán que ser sometidas a concurso.

     «El proyecto no pasará sin licitación», sostuvo Durán, quien informó que los miembros de la comisión especial realizan las clasificaciones de las distintas entidades del Estado con miras a establecer el tope mínimo permitido en cada caso para las compras de bienes y servicios.

     En otro orden, Durán recordó que la comisión especial también está apoderada de otros proyectos del Poder Ejecutivo, entre ellos uno que crea el Consejo de Competitividad y el que reforma la ley de la Contraloría General de la República.

     Informó que otra iniciativa de importancia es la que controla los intereses que cobran las entidades bancarias a los usuarios de tarjetas de crédito.

     Durán dijo que en muchos casos los intereses son tan altos que llegan hasta el 120 por ciento, lo que consideró un robo contra los tarjetahabientes.

     El representante de Puerto Plata consideró también como un «robo vulgar» que se cobre a los tarjetahabientes por el depósito inicial y no por la cantidad que resta cada vez que hace un retiro. 

     Precisó que, por ejemplo, si alguien tiene RD$100 en depósito y retira RD$60, las entidades bancarias cobran las operaciones adicionales por el monto inicial y no por los restantes.