Establezca una rutina de sueño para  su bebé

Establezca una rutina de sueño para  su bebé

EFE. REPORTAJES. No hay madre que no se haya preguntado alguna vez, entre la sorna y la indignación, quién acuñó la expresión «dormir como un bebé». Y es que no es tan sencillo. Literatura al respecto hay por toneladas, así como teorías contradictorias, supuestos métodos milagro y, sobre todo, cientos de padres y madres ojerosos y agotados que no recuerdan la última vez que lograron dormir más de tres horas seguidas y se preguntan si alguna vez volverán a apoyar la cabeza en la almohada durante una noche entera.

Para volver a dormir a pierna suelta  hay que tener paciencia. En el caso de las mamás,  recordar esa vieja teoría de que las dificultades de sueño que se afrontan según avanza el embarazo no hacen sino prepararlas para lo que está por llegar.

Aunque los bebés no son una ciencia exacta, sí existen ciertos esquemas comunes establecidos que conviene conocer, en especial uno: los bebés no tienen los mismos patrones de sueño que los adultos, y por ello no podemos esperar que a la hora de dormir se comporten igual, cuando al principio ni siquiera distinguen el día de la noche.

Sus ciclos de sueño duran de 60 a 90 minutos y alternan fases REM y no REM.

Los recién nacidos -más o menos hasta los dos meses- duermen entre 16 y 18 horas al día en periodos de cuatro horas como máximo. Y necesitan tu ayuda para dormir, ya que su sistema neurológico aún es inmaduro, así que es el momento de acunar, cantar nanas, arrullar, o el método que prefieras (más bien el que el bebé prefiera).

Introduciendo  las rutinas
No temas «malacostumbrar» a tu pequeño ni escuches a quienes te digan algo semejante, porque a esta edad es imposible inculcar malos hábitos de sueño, y por supuesto que según crezca podrás enseñarle a dormir sin tu ayuda.

Entre los dos y los seis meses el bebé duerme una media de 14 a 16 horas distribuidas -recuerda que esto no es exacto- en seis horas por la noche y dos o tres siestas durante el día. Alrededor de los cuatro meses es el momento de empezar a enseñar al bebé cómo dormirse solo. Y aquí entra la palabra clave: rutina.

Nada da más tranquilidad a un bebé que saber lo que va a ocurrir, ya que lo «predecible» le reconforta, por lo que tener una «rutina de sueño»  hará la vida más fácil a todos.

¿Qué es una rutina?
Es una serie de actividades sucesivas y siempre a la misma hora que, con suerte, culminarán con tu pequeño dormido en su cuna.

Un ejemplo: cenar, baño, un pequeño masaje, poner el pijama, leer un cuento, un beso y apagar la luz. Poco a poco el niño irá asociando estos eventos con la hora de dormir.

También es importante que media hora antes de comenzar la rutina el ritmo de actividad del bebé vaya descendiendo, que comiences a hablarle con más suavidad, en un tono relajante.

Enseñándole a dormir
Las autoras de «Baby 411» (editorial Windsor Peak Press), Denise Field y la doctora Ari Brown, vocera de la Asociación Americana de Pediatría, cita  en su libro cómo lograrlo.

Las claves

1. El pequeño
 Siempre debe dormir en el mismo lugar, tanto durante el día como por la noche, y que en lo posible se debe respetar un horario en las siestas y a la hora de acostarse, y esto es «aplicable durante las vacaciones y en las visitas a parientes».

2. La rutina o ritual
Ha de iniciarse antes de que el bebé esté excesivamente cansado. Además, por imposible que parezca, acostarse temprano significa despertar más tarde, ya que «un bebé que se acuesta demasiado cansado duerme peor». Así que no pienses que mantenerle despierto hasta tarde garantiza que dormirá más. Se recomienda por último,  prescindir del chupete.

Demasiado cansado
«Un bebé que se acuesta demasiado cansado duerme peor». Así que no pienses que mantenerle despierto hasta tarde garantiza que dormirá más.

Field y Brown aconsejan que tras periodos en los que esta rutina pueda verse interrumpida como una enfermedad, el inicio de la dentición o un viaje, hay que ser todavía más consistente con el ritual, ya que los buenos hábitos adquiridos pueden olvidarse fácilmente.

Por último, recomiendan prescindir del chupete entre los cuatro y los seis meses de edad (¡buena suerte!), ya que si se acostumbran a quedarse dormidos con él, se despertarán si a las 4:00 de la madrugada se les cae de la boca. Es también muy importante  que media hora antes de comenzar la rutina o el ritmo de actividad  del bebé vaya descendiendo, que comiences a hablarle con más suavidad, en un tono mucho más relajante.

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