SANTIAGO. Ayer jueves las brigadas de hombres que trabajan en el estadio Cibao comenzaron la tarea de aislar las partes afectadas por el fuego, que el jueves de la semana pasada arrasó con el corazón del grand stand de la emblemática instalación deportiva.
Eso, sin embargo, no amainó la incertidumbre que se cierne aquí sobre la continuación del campeonato de béisbol profesional por lo menos en lo que resta del mes de noviembre y el pesimismo hace suponer que incluso no se jugará en los primeros días de diciembre.
El estadio Cibao luce con un retroceso de unos 25 años tras el incendio. Su techo descubierto, las áreas VIP quemadas, las instalaciones de transmisión, sin pantalla, ni pizarra electrónica, lo hace ver como en los años 90, cuando aún no se había convertido en el mejor equipado del país.
Y es que todo eso se lo llevó el voraz incendio que la mañana del jueves 20 de noviembre causó daños multimillonarios a la instalación y paralizó la celebración de los partidos de las Aguilas, que llevan ya cuatro suspensiones, y se han visto forzadas a jugar solo en la ruta.
El presidente de las Aguilas Cibaeñas, Quilvio Hernández se mostró optimista en el sentido de que las autoridades, que han estado en alerta desde el principio, finalmente podrán lograr la ejecución de un presupuesto que corrija los daños.
Winston -Chilote-Llenas, vice presidente de la Liga Dominicana, y quien tiene la misión de supervisar para la entidad, el progreso de los trabajos, fue cauto ayer al emitir opinión, citando que el problema se soluciona con voluntad, y que aprecia existe mucho en ese sentido.
Sin embargo no se arriesgó a pronosticar una solución a corto plazo, citando que todo va a depender de las iniciativas gubernamentales.