Estadísticas forenses homicidas

Estadísticas forenses homicidas

El poeta y político español del siglo XIX don Ramón de Campoamor dejó inmortalizados estos versos en sus Humoradas: “En este mundo traidor,/ nada es verdad ni mentira,/todo es según el color/ del cristal con que se mira”. En ese mismo siglo Carlos Marx se expresaría diciendo que cada individuo percibe la naturaleza y sus relaciones con los demás acorde con su posición de clase. Los dominicanos sin pretensiones de poeta, ni de sociólogo o economista simplemente decimos que cada cual cuenta el cuento a su manera.

El investigador forense recoge datos, los analiza buscando algún tipo de asociación que pueda haber entre ellos, así luego podrá derivar conclusiones que sean de utilidad social y jurídica. A medida que se acumula información en el tiempo podemos hacer comparaciones con períodos similares de otros años, meses o semanas para ver si hay tendencias al incremento, disminución, o si por el contrario se demuestra un estancamiento en la incidencia de los hechos. Una mirada desde el ángulo telescópico del Instituto Nacional de Patología Forense nos permite observar la casuística de autopsias de casos de homicidio.

En el año 2007 se contabilizaron 849 homicidios, en el 2008 tuvimos 959 casos, mientras que en el 2009 la cifra fue de 934. En los primeros cincos meses del 2010 ya llevamos 448 autopsias de personas asesinadas. Una simple proyección numérica nos dice que de seguir las cosas como van llegaríamos a diciembre con una cifra de asesinatos por encima del millar, marcando un récord histórico en la incidencia autopsias por esa modalidad de muerte violenta.

¿Qué características tienen esas fatalidades violentas examinadas en Patología Forense? Si desglosamos la casuística de enero a mayo del 2010 apreciamos que de un total de 448 homicidios 333 muertes fueron causadas con armas de fuego para un porcentaje de 74.3%. cincuenta y cinco crímenes fueron cometidos con arma blanca para un 12%, mientras que los objetos contundentes, es decir golpes por palo o piedra mataron a 50 personas para un once por ciento. Cerca del 3% de los homicidios fueron llevados a cabo mediante el estrangulamiento y la sofocación. Más del noventa por ciento de las muertes sangrientas sucedieron en hombres. Estos masculinos tenían edades que fluctuaban entre los 15 y los 60 años con un predominio marcado entre los 25 y 29 años. La procedencia de los cadáveres en su mayoría eran del Distrito Nacional, la Provincia de Santo Domingo y San Cristóbal, a lo que se agregan unos cuantos extranjeros provenientes del Este y de Puerto Plata.

¿En cuáles circunstancias se dieron estas tragedias? Leamos lo que dicen algunas de las notas escritas: “Herido por desconocidos. Herido por desconocido con fines de atraco. Herido en un enfrentamiento con la policía en circunstancias hasta el momento no esclarecidas. Herido de muerte en un operativo  del departamento antinarcóticos de la policía”. Un tunante que estudie estas informaciones sugeriría algunas bribonadas tales como: No ande entre desconocidos. Si tiene entre 25 y 29 años múdese a un lugar donde no habite la policía.

Finalmente, si por casualidad usted se encuentra con un miembro de la uniformada, de inmediato colóquese de espalda.

Publicaciones Relacionadas