DACA, Bangladesh. AP. El grupo Estado Islámico reivindicó ayer un ataque contra un restaurante lujoso de la capital de Bangladesh, Daca, en el que varios milicianos mataron a 20 rehenes.
El grupo aseguró en un comunicado distribuido por partidarios del grupo en el servicio de mensajes Telegram que el blanco del atentado eran los extranjeros procedentes de los “países cruzados”.
A los rehenes se les dio una prueba: recitar versos del Corán o ser castigados, de acuerdo con testigos. Los que pasaron la prueba pudieron comer. Los que no, fueron torturados y asesinados. La toma de rehenes, que duró 10 horas en una zona diplomática de Bangladesh, terminó con al menos 28 muertos, incluidos 6 de los atacantes.
Los uniformados irrumpieron en un popular restaurante donde hombres armados tenían como rehenes a decenas de extranjeros y bangladesíes, mientras lanzaban bombas y disparaban. Entre las víctimas había 20 rehenes, en su mayoría extranjeros, y dos policías bangladesíes. Entre los 20 rehenes muertos hay nueve italianos, siete japoneses, tres bangladesíes y un indio, dijeron fuentes del gobierno. Diez de los 26 heridos estaban en condición crítica y 6 estaban en equipo de soporte vital, de acuerdo con personal del hospital.
El ataque supone un aumento en meses recientes a la violencia militante que ha afectado al país de mayoría musulmana, al exigir los extremistas al gobierno que vuelva a operar bajo reglas islámicas.
Los atacantes tenían rifles de asalto y gritaron “Allahu Akbar” (”Dios es grande”) y entraron al popular restaurante Holey Artisan Bakery, en el barrio diplomático de Gulshan.