"Los asaltantes del ataque de Barcelona eran soldados del Estado Islámico", señala el comunicado del EI/AFP
Barcelona.-Al menos 13 personas murieron y más de 50 fueron heridas por una furgoneta que embistió a la multitud este jueves en la avenida de las Ramblas de Barcelona, un ataque que fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico.
«Podemos confirmar 13 muertos y más de 50 heridos», informó el titular de Interior del gobierno catalán, Joaquim Forn, al señalar el balance del ataque por el cual hay dos sospechosos detenidos.
El ataque fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico en un comunicado difundido por su agencia de propaganda Amaq: «Los asaltantes del ataque de Barcelona eran soldados del Estado Islámico».
«La operación fue realizada en respuesta a los llamados contra los Estados de la coalición» internacional antiyihadista que opera en Siria e Irak, agregó. Hacia las 17H00 locales (15H00 GMT), una furgoneta atravesó a toda velocidad la más turística de las avenidas de Barcelona, donde suelen pasear visitantes españoles y extranjeros.
Mucha sangre. «Estaba al lado, en El Corte Inglés y escuchó un fuerte ruido. Tratamos de salir pero no pudimos. Vi cuatro, cinco cuerpos en el suelo y gente tratando de reanimarlos, y mucha sangre», dijo Lily Sution, una turista holandesa.
«Cuando ha pasado todo, he salido corriendo y he visto destrozos, cuatro cuerpos en el suelo, gente atendiéndolos, gente llorando y también había muchos extranjeros que habían perdido a sus familiares», dijo a la AFP Xavi Pérez, de 26 años y dependiente de una tienda. Dos sospechosos fueron detenidos por el atentado.
El primero fue identificado como Driss Oukabir, dijo a la AFP un vocero del sindicato policial SUP. Luego el presidente regional de Cataluña, Carles Puigdemont, informó de un segundo detenido sin más precisiones. El ataque recordó otros atentados terroristas en Europa con vehículos, como el de Niza el 14 de julio de 2016, cuando un camión conducido por un tunecino se lanzó contra la multitud, matando a 86 personas y dejando más de 400 heridos.
El ataque mereció una dura condena de la casa real española en Twitter: «Son unos asesinos, simplemente unos criminales que no nos van a aterrorizar. Toda España es Barcelona. Las Ramblas volverán a ser de todos». «Los terroristas nunca derrotarán a un pueblo unido que ama la libertad frente a la barbarie», señaló de su lado el jefe de gobierno, Mariano Rajoy, quien se desplazaba hacia Barcelona junto con su vicepresidenta y el ministro del Interior, según confirmó un portavoz del gobierno a la AFP.
Escenas de Pánico. Mientras la zona de las Ramblas en la segunda ciudad española se mantenía sellada por un cordón de seguridad, la policía pedía a la población evitar los desplazamientos. Numerosos vehículos de emergencia y policía se encontraban en el lugar, constató un periodista de la AFP. En medio de escenas de pánico, algunos heridos fueron llevados a la tienda por departamentos del Corte Inglés, aparentemente para practicarles primeros auxilios, indicó el periodista de AFP
. Los policías pedían a los comercios próximos a la colisión dejar entrar a los transeúntes y cerrar las puertas. Otros agentes desalojaron la aledaña Plaza Cataluña, mientras decían por megáfono: «ataque terrorista». Las autoridades ordenaron el cierre de las estaciones de metro y de tren alrededor de la zona, a la vez que cancelaron todas las «actividades lúdicas» de la jornada en la ciudad.
«Cuando ha pasado todo, he salido corriendo y he visto destrozos, cuatro cuerpos en el suelo, gente atendiéndolos, gente llorando y también había muchos extranjeros que habían perdido a sus familiares», dijo a la AFP Xavi Pérez, de 26 años y dependiente de una tienda.
Condena Internacional. El ataque recibió la censura internacional. «Estados Unidos condena el ataque terrorista en Barcelona, España, y hará todo lo que sea necesario para ayudar», escribió el estadounidense Donald Trump en su cuenta en Twitter.
El presidente francés, Emmanuel Macron, transmitió «la solidaridad de Francia con las víctimas», mientras que la primera ministra británica, Theresa May, dijo que su país «apoya a España contra el terrorismo».
España, tercer destino turístico mundial, había permanecido hasta ahora al margen de la ola de atentados de Estado Islámico en grandes ciudades europeas como París, Bruselas, Londres, Niza o Berlín.
Pero el 11 de marzo de 2004 sufrió los atentados yihadistas más mortíferos cometidos en Europa, cuando una decena de bombas estallaron en varios trenes de Madrid causando casi 200 muertos. Los ataques fueron reivindicados en nombre de Al Qaida por una célula islamista radical.