Estados árabes atienden el llamado a medidas de paz

<p>Estados árabes atienden el llamado a medidas de paz</p>

Funcionarios árabes aprovecharon las recomendaciones del Grupo de Estudios sobre Irak ayer para destacar la necesidad de un mayor compromiso de Estados Unidos con un renovado proceso de paz entre Israel y los palestinos

Sin embargo, existe la preocupación en algunos estados árabes de que cualquier reducción gradual temprana de la presencia de las tropas de EEUU en Irak pudiera conducir a la escalada del conflicto sectario que extendiera a los estados vecinos.

Dice el informe: “EEUU no puede lograr sus objetivos en Oriente Medio a menos que trate directamente con el conflicto árabe-israelí y la inestabilidad regional. Tiene que producirse un compromiso renovado y sostenido por EEUU con una paz árabe-israelí que abarque todos los frentes”.

También recomienda que EEUU se relaciones de manera constructiva a Siria e Irán para influir su comportamiento en Irak. Siria acogió la recomendación, al decir que le complace que el informe vincule la situación en Irak con el resto de la región.

Manouchehr Mottaki, ministro de Relaciones Exteriores de Irán dijo que su país estaría “en la posición de [suministrar] ayuda”, si Washington encontrara “un buen fin para la crisis de Irak”. Sin embargo, reiteró la posición de Teherán de que las tropas estadounidenses deben retirarse. Mientras algunos en Teherán temen los peligros para Irán de una violencia creciente en Irak, otros dicen que no tiene una razón que lo presione para ayudar a aliviar los aprietos de EEUU. Ali Larijani, el principal funcionario de Seguridad, dijo el miércoles que EEUU está en un “callejón sin salida estratégico” en Irak y en el Oriente Medio, de manera más extendida.

Un funcionario dijo recientemente al Financial Times que Irán “puede vivir“ con cualquier variante en Irak, “incluyendo revueltas, federalismo, gobierno popular o desintegración”.

 “Un problema en Irak significa que Irán no sería el siguiente [a ser invadido por EEUU], mientras que la seguridad y la democracia en Irak significaría que los amigos de Irán estarían en el poder, ya fuera un Irak unificado o uno federal”, añadió. “Irán es fuerte ahora en la región, y ganó la partida en Irak”.

Cualquier señal de triunfalismo iraní es probable que aporte más temor en los estados árabes de una difusión de la influencia radical iraní por toda la región. Algunos comentaristas olfatean una sensación de derrotismo en EEUU en el informe Baker-Hamilton, que dice que las condiciones en Irán “son graves y se están deteriorando”, y que recomendó que en el primer trimestre de 2008 todas las brigadas de combate estadounidenses deberían estar fuera del país, si se acelerara el entrenamiento de las fuerzas iraquíes.

Abdel Monem Said, director del centro Al Ahram para estudios políticos y estratégicos dijo que esta idea pudiera ser aprovechada por los militantes islámicos en la región y comparó la situación con la que existía antes de la retirada de EEUU de Vietnam a principios de los años de 1970. También cuestionó los incentivos que EEUU pudiera emplear para atraer a iraníes y sirios a un diálogo constructivo.

“Estamos regresando a 1974 una vez más, cuando EEUU estaba desmoralizado internacionalmente y se retiró del sudeste asiático, y durante los siete u ocho años siguientes tuvimos una barrida comunista en Vietnam, hacia Laos y Cambodia”, comentó.  Funcionarios libaneses acogieron los llamados de mayores esfuerzos por parte de EEUU en busca de la paz entre Israel y los árabes. Pero una alta autoridad en Beirut dijo que el Líbano no debe convertirse en un peón en las negociaciones con la vecina Siria, y que “no debe convertirse en la recompensa por el buen comportamiento de Siria”. 

En todo caso, hubo pocas perspectivas inmediatas de un avance en el más amplio conflicto árabe-israelí. Ehud Olmert, el primer ministro de Israel, rechazó la vinculación del conflicto israelí-palestino e Irak, y descartó las conversaciones con Siria. Algunos iraquíes dudaron que los cambios en la política estadounidense pudiera tener gran importancia.

 “La situación es como un huracán: nadie tiene el poder para aplacarlo, ni los estadounidenses, ni los iraquíes”, dijo Hussein, un maestro chiíta en Bagdad.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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