RD tiene ahora una oportunidad de lograr reformas sin precedentes
Las instituciones importan. Cuando los países se gobiernan con mayor eficacia, cuando se respetan los derechos de las personas y cuando todos rinden cuentas bajo el mismo conjunto de leyes, crecen más rápido, más fuertes y de forma más inclusiva. Si alguna vez hubo alguna duda al respecto, las últimas décadas de experiencia y estudios la han eliminado.
Pero, ¿cómo pueden los gobiernos crear instituciones más fuertes? Los problemas de la reforma policial en mi país demuestran lo difícil que pueden ser las reformas institucionales para todos nosotros. Incluso los esfuerzos mejor intencionados suelen fracasar debido a la falta de apoyo público, a un diseño deficiente o a la oposición por parte de intereses particulares.
Afortunadamente, hemos aprendido mucho en las últimas décadas sobre los factores relacionados con reformas exitosas. Las reformas tienen más posibilidades de éxito cuando se basan en investigaciones y análisis sólidos; cuando adoptan objetivos y plazos realistas; cuando las autoridades y el pueblo comparten el compromiso para su implementación; y cuando se llevan a cabo en el momento oportuno.
La semana pasada participé con el presidente Abinader en el lanzamiento de nuestro primer Diálogo Bilateral de Alto Nivel sobre Reformas Institucionales porque, debido a una singular confluencia de factores, la República Dominicana tiene actualmente una oportunidad de lograr reformas sin precedentes.
Diariamente me siento inspirado por los reclamos que veo de los dominicanos de todas las clases sociales, en favor de la transparencia y el Estado de derecho. Me impresionan los compromisos públicos del presidente Abinader de acabar con la corrupción y reformar la Policía Nacional. Y creo que – como en los Estados Unidos – los recientes acontecimientos, algunos de ellos trágicos, han creado una oportunidad excepcional para verdaderas reformas que garanticen que las violaciones atroces del pasado no se repitan.
Deseamos ayudar. El 29 de abril, nuestros dos gobiernos emitieron una declaración conjunta en la que se comprometían a colaborar en las siguientes áreas: El Gobierno del presidente Abinader se comprometió a reformar el sistema de compras y contrataciones públicas para eliminar las brechas que han sido explotadas por parte de funcionarios corruptos.
Asimismo, el Gobierno del presidente Abinader también se comprometió a la aprobación de la legislación sobre extinción de dominio. Esta legislación permitirá al Estado recuperar los bienes robados al Estado y al pueblo dominicano por delincuentes y funcionarios corruptos.
Además de apoyar las prioridades mencionadas, Estados Unidos se comprometió a cooperar en los esfuerzos de reforma de la Policía Nacional, lo cual incluirá un proceso de acreditación para adecuar la institución a estándares internacionales en áreas como protocolos de uso de la fuerza, mecanismos de rendición de cuentas y estándares administrativos.
Los Estados Unidos también apoyará los esfuerzos dominicanos dirigidos a reformar las leyes relacionadas con la trata de personas y fortalecer los mecanismos de supervisión independientes, como la Cámara de Cuentas.
Los Estados Unidos está comprometido a apoyar estas reformas porque creemos, que pueden mejorar la calidad del Gobierno, el crecimiento económico, la prestación de servicios públicos y la vida de los dominicanos en los años venideros.
Sin embargo, quiero compartir con los dominicanos una lección difícil que hemos aprendido una y otra vez en los Estados Unidos: para lograr reformas sostenibles se necesita tiempo. No existe una varita mágica que este o cualquier otro presidente pueda usar para rehacer las instituciones desde sus cimientos instantáneamente.
Estamos lanzando juntos un cambio sostenible, pero el éxito de estos esfuerzos dependerá en última instancia de la participación del pueblo dominicano. Los ciudadanos deben seguir denunciando la corrupción cuando la vean.
Continúen exigiendo a los políticos y legisladores que prioricen las reformas para consolidar el Estado de derecho y avanzar en la transparencia, y así implementar medidas que combatan la corrupción y otros actos delictivos. Deben también seguir reclamando una Policía Nacional que esté al servicio de la gente y proteja sus derechos.
Este camino hacia la reforma de nuestras instituciones es la forma de perfeccionar nuestros gobiernos democráticos y es un camino que todas las democracias afines recorren juntas.
Los Estados Unidos tienen el honor de colaborar con ustedes en el camino que tienen por delante.
El autor es encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en RD.