HANOI  (AFP) – Estados Unidos y Rusia firmaron el domingo un acuerdo bilateral que abre la vía a Moscú para ingresar a la Organización Mundial de Comercio (OMC) después de 12 años de rudas negociaciones.

El texto de 800 páginas fue firmado por la representante norteamericana de Comercio, Susan Schwab, y el ministro ruso de Desarrollo Económico, German Gref, al margen de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se celebra en Vietnam.

El acuerdo bilateral sobre las condiciones de entrada a la OMC, que era negociado desde 1994, pone fin a uno de los últimos obstáculos para la integración de Rusia en la organización.

“Sin duda este acuerdo es muy importante para la entrada de Rusia en la economía global”, explicó Gref.

“Estoy muy feliz de estar aquí hoy para tener la oportunidad de celebrar este importante hito con el que Rusia da un importante paso para ser miembro de la OMC”, dijo por su parte Schwab.

“La integración completa de Rusia en la economía global es del interés de Rusia y también del interés de Estados Unidos”, subrayó esta fuente.

Estados Unidos era el último miembro de la OMC que todavía no había dado su consentimiento a la integración de Rusia, la única gran economía mundial que no pertenece a la organización. Washington había expresado reservas sobre temas como la protección de la propiedad intelectual en Rusia y el acceso de capitales extranjeros a los mercados de finanzas y de la aeronáutica rusos. Sin embargo, la firma no pone fin al proceso, ya que todo acuerdo bilateral suscrito por la administración del presidente George W. Bush queda sometido a la aprobación del Congreso, en manos del Partido Demócrata.

También el poder legislativo ruso deberá ratificar el texto.

Además, Rusia deberá cerrar un acuerdo multilateral global con la OMC antes de su ingreso, un proceso que, según Gref, podría tardar entre siete y nueve meses.

La entrada a la OMC es sumamente importante para el presidente ruso, Vladimir Putin, que pretende dejar así su marca para la posteridad tras su retirada del poder, prevista por la Constitución para 2008.

El acuerdo es considerado como un signo de confianza de Estados Unidos en el desarrollo económico ruso. El texto impone una reducción de los aranceles sobre casi todos los productos, desde la medicina a la aviación.

Durante los últimos meses, las discusiones se habían visto afectadas por las acusaciones recíprocas de que los asuntos comerciales eran utilizados con fines políticos.

La firma del acuerdo estaba prevista para julio en San Petesburgo, donde Putin presidía la cumbre del G8, pero fue anulada en el último minuto.