Como parte de la respuesta del Pentágono a la creciente preocupación por un futuro conflicto con China
El nuevo bombardero nuclear furtivo de Estados Unidos se presenta en público después de años de desarrollo en secreto y como parte de la respuesta del Pentágono a la creciente preocupación por un futuro conflicto con China.
El B-21 Raider es el primer avión bombardero estadounidense nuevo en más de 30 años. Casi todos los aspectos del programa están clasificados.
Antes de su presentación ayer en una instalación de la Fuerza Aérea en Palmdale, California, sólo se habían publicado representaciones artísticas del avión de combate. Esas pocas imágenes revelaron que el Raider se parece al bombardero furtivo nuclear negro que eventualmente reemplazará, el B-2 Spirit.
El bombardero es parte de los esfuerzos del Pentágono para modernizar las tres ramas de su tríada nuclear, que incluye misiles balísticos nucleares lanzados desde silos y ojivas lanzadas desde submarinos, a medida que cambia de desafíos, de las campañas antiterroristas de las últimas décadas a la rápida modernización militar de China.
Le invitamos a leer: ¿Cómo cambia la actitud de la gente en Navidad?
China está en camino de tener 1,500 armas nucleares para 2035, y sus logros en hipersónicos, guerra cibernética, capacidades espaciales y otras áreas presentan “el desafío sistémico más importante para la seguridad nacional de Estados Unidos y el sistema internacional libre y abierto”, informó esta semana el Pentágono en su reporte anual sobre China.