Milán, Italia. Las selecciones de Estados Unidos y de China castigaron las debilidades de Brasil y de Italia, respectivamente, en las semifinales del Campeonato del Mundo de voleibol femenino, disputadas en el Mediolanum Forum de Milán, y lucharán por la medalla de oro.

El combinado brasileño, subcampeón en las dos últimas ediciones del torneo, no pudo aprovechar la precipitada eliminación de Rusia -su verdugo en 2006 y 2010- y vio cómo el combinado norteamericano le superaba en intensidad y ambición para acceder a la tercera final de su historia, tras firmar un contundente 3-0.

Para estrenar su casillero de metales dorados, las pupilas de Karch Kiraly deberán derrotar en la última ronda a la escuadra china, poseedora ya de dos títulos mundiales.

El conjunto dirigido por Ping Lang acertó a contener la reacción del cuadro ‘azzurro’ que, tras ceder las dos primeras mangas, trató de aferrarse al “cincuenta por ciento” de posibilidades que Marco Bonitta había concedido a sus pupilas en la previa.

Para decepción de los 12.500 aficionados congregados en el Mediolanum Forum de Milán, las anfitrionas sólo pudieron imponerse en el tercer parcial (25-20) ante el conjunto asiático, especialmente sólido con su servicio, firme en la recepción y certero en el remate.

Tras sus éxitos ante Perú (1982) y Cuba (1986), las pupilas de Ping Lang confían en sumar su tercer oro mundialista a costa de otro combinado americano.

La final, inesperada porque ambos conjuntos firmaron una discreta actuación hace cuatro años -China fue décima y Estados Unidos cuarta- definirá el nombre del sucesor de Rusia, que en Italia falló en su intención de encadenar tres Campeonatos del Mundo de manera consecutiva.