Varias firmas vinculadas al envío de 89 furgones de chatarras a China y Vietnam denunciaron que fueron estafadas y que han tenido pérdidas millonarias.
Las compañías Sudamericana de Vapores (CSAV) y Agentes y Estibadores Portuarios (Ageport) se desligaron de la estafa de que fueron víctimas empresas radicadas en China continental y en Vietnam que compraron en el país chatarra de metal y recibieron tierra y piedra.
Las navieras señalaron que los 89 contenedores que trasladaron a esos países fueron debidamente certificados y revisados por la Dirección de Aduanas y que su única responsabilidad era el transporte.
En un comunicado, CSAV y Ageport explican que fueron también víctimas de la empresa GH Recycling Export y su representante Gustavo Henríquez, ya que la reimportación de los desechos representó un costo de más de US$1,000,000.
Relataron que a finales de junio de 2009, GH les contactó para transportar una carga de chatarra de metal que había vendido a consignatarios en China y Vietnam. En tal sentido le facilitaron a GH 89 contenedores, 12 de los cuales irían a Vietnam y los 77 restantes a China.
Refieren que este requerimiento de contenedores no es nada inusual en el transporte de chatarra de metal y que desde hacía más de un año GH venía realizando este tipo de exportaciones a través de CSAV y Ageport de forma normal y sin contratiempos. Explican que correspondía entonces a GH hacer el proceso de verificación y de aduana de los contenedores, mostrando a Aduanas sus respectivos permisos para exportar este tipo de materiales. Luego de realizado el proceso de verificación aduanal y de cerrados y sellados los contenedores en presencia de un agente aduanal, los mismos fueron entregados a la línea naviera para su transporte, indican.
Agrega que esta modalidad se denomina full container load (FCL) y es la regla general en el transporte de carga en contenedores. CSAV recibió de parte de Gustavo Henríquez los 89 contenedores, debidamente cerrados, sellados con la certificación de exportación única emitida por Aduanas, constancia de que los contenedores fueron revisados por la Dirección General de Aduanas. CSAV tenía la única responsabilidad de transportar los contenedores a su destino, dicen las navieras.
Odisea. Entre los meses de junio y agosto de 2009 fueron embarcados los contenedores, desde el puerto Río Haina, en República Dominicana, con destino final a los consignatarios Wah High Trading Company, Shenzen General Trading Company Limited y Chuon Dat Company, en China continental y Vietnam respectivamente.
A su llegada a sus puertos de destino, las autoridades aduanales inspeccionaron los contenedores y comprobaron que habían llegado llenos de piedra y tierra en vez de chatarra de metal.
Explican que las autoridades vietnamitas aceptaron que se dispusiera en su territorio la carga de los 12 contenedores que le llegaron. Sin embargo en China prohibieron la entrada de los contenedores, solicitando su inmediata reexportación. Las navieras señalan, además, que el consignatario chino se negó a aceptar responsabilidad de los desechos, abandonando la carga y desentendiéndose del problema.
Es a partir de ahí que la CSAV acudió al Estado dominicano para que cumpliera con la obligación que le impone el Convenio de Basilea, asumiendo su responsabilidad por la tierra y piedra exportados sin autorización de los países destinatarios, y ordenara reimportación de los 77 contenedores, lo cual se logró luego de un año de negociaciones.
Explican que los contendedores llegaron a finales del 2010 por puerto Caucedo, donde fueron inspeccionados por las autoridades de rigor. Luego un laboratorio de Puerto Rico certificó que el material no era tóxico, por lo que Medio Ambiente autorizó su disposición.
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Proceso judicial
El 14 de junio en curso se celebró la primera audiencia del caso en la Fiscalía de la provincia de Santo Domingo. Gustavo Henríquez no se presentó y se dictó contra él orden de arresto. Posteriormente se presentó ante la Fiscalía y neutralizó la orden de arresto. Ante esto, el fiscal citó a las partes para una nueva audiencia hoy miércoles.
Critica Aduanas
Gustavo Vilas, representante de una de las empresas estafadas, se quejó de la poca atención de las autoridades de Aduanas, ya que desde el pasado mes de enero ha denunciado la estafa en más de una ocasión y hasta el momento no ha tenido respuesta.
Vilas, responsable en Centro y Sudamérica de la recicladora, denunció la estafa ante el subdirector técnico de Aduanas, Eduardo Rodríguez, y Ramón Valerio y Armando NG, del Departamento de Inteligencia Aduanera. También notificó al Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana (CEI-RD), a través de Sofía Ortiz, gerente de Promoción de Exportación y Desarrollo de Nuevos Negocios.
Informó que a la empresa exportadora GH Recycling pagaron US$400,000 por el costo y flete de 2,000 toneladas de chatarras que serían recicladas en China, pero sólo recibió tierra y piedra. Vilas recibiría 29 contenedores, del grupo que ha sido devuelto al país, para lo cual viajó a Santo Domingo a constatar el tipo de materiales que adquiriría. Detalló que la relación comercial siguió vía Internet a través del intercambio de fotos, boletos de balanza del puerto y que los pagos se hicieron vía transferencia bancaria.
Señaló que embarcada su carga los documentos originales de embarques se extraviaron al exportador y la empresa china tuvo que pagar un depósito en garantía del 200% del valor de la mercancía a la naviera por una carga que derivó en estafa.