Estallan 7 bombas en Galicia

Estallan 7 bombas en Galicia

MADRID (EFE).- La explosión de dos bombas de escasa potencia ayer en Galicia (noroeste de España), con el resultado de dos heridos leves, eleva a siete los artefactos que han detonado desde que hace dos semanas la organización terrorista ETA reapareciera tras siete meses sin atentar.

   Las poblaciones afectadas recuperan la normalidad, después de que hacia las 13.00 hora local (11.00 GMT) estallaran sendos artefactos colocados en contenedores de vidrio y basura en el Real Club Náutico de Sangenjo y en el puerto deportivo de Bayona, ambas en la provincia gallega de Pontevedra.

   Las fuerzas de seguridad creen que las bombas fueron activadas a través de un temporizador.

   Las explosiones se produjeron después de que hacia las 12.20 hora local (10.20 GMT), un comunicante que dijo hablar en nombre de ETA anunciara la colocación de los artefactos en Sangenjo y Bayona y su próxima detonación, en una llamada al diario vasco «Gara», habitualmente utilizado por la banda terrorista para dar sus informaciones.

   Ello llevó a que en las zonas amenazadas se montara un dispositivo de seguridad, se acordonara el área y se desalojara a las personas que había en ellas, incluidos los bañistas que se encontraban en la playa.

   Las dos bombas explosionaron con cinco minutos de diferencia, primero en Sangenjo y luego en Bayona, ambas localidades de importancia turística de Galicia.

   Según fuentes del Ministerio español del Interior, un guardia civil que rastreaba la zona resultó herido leve en Bayona, al sufrir una perforación de tímpano por la detonación.

   En Sangenjo las fuentes indicaron que otra persona resultó herida leve, aunque fuentes oficiales en Galicia elevaron la cifra a cuatro, dos españoles y dos portugueses, que fueron dados de alta tras recibir asistencia sanitaria.

   Tras las detonaciones, las fuerzas de seguridad inspeccionaron las zonas afectadas por si había más artefactos.

   Después de comprobar que no existían nuevas bombas, casi cuatro horas después de las explosiones se abrió la zona portuaria de Sangenjo, y en Bayona se retiró el dispositivo montado y se permitió el paso de turistas y vecinos.

   Ante estos nuevos ataques, el Ministerio español del Interior condenó de forma rotunda la violencia de ETA y reafirmó «su compromiso de no ceder al chantaje de quien intenta imponer sus objetivos a través de la muerte y el terror».

   De acuerdo con datos recabados por la Guardia Civil, los artefactos de hoy eran de características similares a los que en las dos últimas semanas estallaron en las regiones norteñas de Asturias y Cantabria.

   Fuentes de la lucha antiterrorista también insistieron en esta similitud, aunque por el momento se desconoce su composición.

   Después de siete meses sin atentar, ETA ha reaparecido este mes de agosto con ataques contra intereses turísticos españoles, en esta ocasión centrados en el norte del país, cuando en años anteriores esta campaña se fijó en la costa mediterránea.

   Galicia se suma ahora a Cantabria y Asturias, que sufrieron en los últimos días los ataques, todos ellos con artefactos de escasa potencia.

   Además, las primeras de estas bombas, que estallaron el pasado día 7 en las localidades de San Vicente de la Barquera (Cantabria) y Ribadesella (Asturias) sin causar heridos, representaron los primeros atentados que se vivían en España después de los ataques que radicales islámicos lanzaron el 11 de marzo en Madrid, en los que murieron 191 personas.

   A esos artefactos siguieron los que el 12 de agosto explosionaron en la capital de Cantabria, Santander, y en la ciudad asturiana de Gijón, donde hubo un herido leve.

   Tres días después, detonó otro artefacto esta vez en Llanes (Asturias), sin provocar daños personales ni materiales.

   ETA inició hace veinticinco años su campaña contra intereses turísticos españoles, cuando en 1979 hizo explotar dos artefactos en la turística localidad mediterránea de Benidorm.

   En este tiempo, seis personas han muerto (tres en 1991, una en 2001 y dos en 2002) y un número elevado de ciudadanos ha sufrido heridas de diversa consideración en estas acciones terroristas, normalmente precedidas de llamadas de advertencia y que en su mayoría sólo han ocasionado daños materiales. EFE

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