Estamos en los inicios del 2005

Estamos en los inicios del 2005

 POR LEONOR ASILIS
Tiempo propicio para detenernos y enrrumbar nuestros destinos hacia Dios y con Él lograr que nuestras vidas sean cada día mas plenas y felices. Definitivamente, debemos acoger el 2005 con gran entusiasmo y grandes esperanzas porque nuestro futuro va despejandose día a día. Somos un pueblo de fe, trabajador y solidario. Alegre y optimista.

Sabemos ponerle al mal tiempo, buena cara!

Con este espíritu, difícilmente nos detendremos. Basta que cada día, nos detengamos un momento y pidamos la sabiduría divina para actuar en el grado de la excelencia (por ser hijos de Dios) en el lugar que nos ha tocado vivir y al que hemos sido llamados: «Para servir y darnos a los demás por amor como Jesús nos ha enseñado.

El es nuestro modelo y nuestra meta. El es el icono del Padre. La Segunda Persona de la Santísima Trinidad.

Solo con el Espíritu de Cristo podremos transformar nuestra sociedad.

Dejándonos llevar de sus inspiraciones, colaborando con El sin regateos, siendo portadores del Amor de Dios.

Y es que precisamente, la ausencia de la caridad constituye la causa de los mayores sufrimientos humanos. Nunca olvidaré una bella frase que leí, en la cual Dios se nos manifiesta diciéndonos estas palabras: «Mi amor por ti es lo que te sana» Solo nos queda percibirlo y sobretodo recibirlo y propagarlo!

Por eso debemos avivar nuestra fe, que no es más que confiar, depender y entregarse sin condiciones a Dios y a su designio sobre nuestra vida.

Como decía el Padre Emiliano Tar dif: «se trata de tener fe en Jesús; no fe en nuestra fe. Esto ultimo no sirve de nada. El mejor acto de fe es cuando creemos que Dios es más grande que nuestra poca fe y que no puede depender de nosotros.»

Nos hacemos eco de una bella oración para estos fines, del Padre Carlos de Foucauld: «Padre, me pongo en tus manos. Haz de mi lo que quieras, sea lo que sea, te doy gracias. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tal que tu voluntad se cumpla en mi y en todas tus criaturas.

No deseo mas, Padre. Te confío mi alma, te la doy con todo el amor de que soy capaz, porque te amo y necesito darme a ti, ponerme en tus manos, sin limitación, sin medida, con una confianza infinita porque Tu eres mi Padre».

Feliz 2005!

leonor.asiilis@verizon.net.do

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