Los atracos, asesinatos y la delincuencia  que están  arrinconando a la sociedad, nos produce asombro y más que eso horror,  y todo es causa de la indignación que  cunde dentro de toda la población. Si surgieran grupos en todas las ciudades, como está sucediendo en Madrid y otras comunidades, como en estos días en Londres, los dominicanos veríamos esos sucesos normales, porque las autoridades no han sabido enfrentar la ola de delincuencia, los atracos que estamos sufriendo los  que  nos ha tocado vivir esta etapa de abandono en que nos tiene relegado nuestro gobierno, que siendo legítimo no usa su autoridad para hacer cumplir las leyes más elementales de   la República.

Es que hace más de casi siete años se viene aplicando una política solamente a favor y beneficios partidistas, que ejercen un nuevo tipo de dictadura hasta ahora desconocida y sufrida por el pueblo dominicano, situación ésta que empeora cada día más, en lugar de mejorar la situación económica y nos amenaza con más impuestos abusivos y atropellantes, por lo cual tenemos que hacer mayores sacrificios para asegurarnos aparentemente alguna tranquilidad.

No hace falta ser un experto en seguridad y economía para saber que la política que viene sustentando el gobierno es totalmente contraria a lo que hace falta para obtener nuevas fuentes de empleos y evitar la marginalidad que sufren nuestras masas y que es la principal fuente de la delincuencia. ¿O será que este gobierno es incapaz de saber que  si se abaratan los costos de producción aumenta la demanda? Esto es elemental, lo que hace falta son medidas de austeridad; sin embargo, se hace todo lo contrario; se anuncian megaproyectos que demandan menos mano de obra con lo cual se alarga la crisis que se hace insoportable para todas las clases sociales.

De seguir las cosas manejándose dentro de este círculo, en poco tiempo nos será imposible conservar el Estado democrático y realizar las próximas elecciones en forma transparente y el enfrentamiento será inevitable.