Estanflación = pánico

Estanflación = pánico

EDUARDO KLINGER PEVIDA
Lo que se conoce como “estanflación” es el efecto que más aterroriza y desconcierta al mundo empresarial y a los responsables de la política económica.

El sistema económico capitalista funciona sobre la base de crisis periódicas. Así ha sido siempre y no parece que el sistema tenga otra salida. En cuanto la economía capitalista entró en una fase de madurez   a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX   comenzó a manifestarse lo que en materia de teoría económica se le llama “el ciclo”. Ello no es sino un proceso en el que la economía, después de una etapa de crecimiento sostenido, entra en un momento progresivo de desaceleración y decrecimiento. Se llega a un estancamiento que puede durar más o menos tiempo.

Como promedio, los ciclos han tenido una duración de tres a cinco años, aunque los ha habido más largos… y también más cortos.

Cuando la economía está en crecimiento hay más empleo, por consiguiente la demanda es fuerte y pueden tender a subir los precios: surge una presión inflacionaria. El instrumento clásico de política económica con que cuenta el sistema es el subir las tasas de interés para estimular que se incrementen los depósitos bancarios y sacar circulante, restringir la demanda y bajar los precios. Sí, eso funciona. Sin embargo, son llamadas medidas recesivas ya que frenan el crecimiento económico porque también los inversionistas prefieren depositar que invertir.

En el momento en que una economía entre en una fase de desaceleración o decrecimiento disminuye el empleo, baja la demanda   aunque debido a diversos factores, destacándose el control monopólico de los mercados, los precios pueden no disminuir. La receta clásica es bajar entonces las tasas de interés para que el público y los inversionistas no vean estímulo en tener el dinero en el banco y lo pongan en circulación, estimulando el consumo y la inversión.

El problema o pánico surge cuando ambas cosas coinciden y entonces los “médicos” no saben si atacar la presión alta o la baja.

Cuando se dio por primera vez el fenómeno de la “estanflación”, que no es sino la coincidencia en el tiempo y el espacio de estancamiento económico con inflación, crisis de 73-75, especialistas y estadistas quedaron desconcertados. Mientras que Rockefeller consideraba que el enemigo número uno de la economía era la inflación, el Presidente Ford estimó que era la recesión.

Algo similar ocurre en estos momentos en la economía norteamericana, en tanto el Presidente Bush no acaba de entender, o quizás de enterarse, qué es lo que pasa, haciendo declaraciones que son objeto de comentarios “irónicos” en todos los medios.

Ya son muchos los que temen que nos encontremos ante un proceso de “estanflación”.

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