POR LEONORA RAMÍREZ S.
Aunque la República Dominicana salió ilesa del paso por el Caribe de los huracanes Frances e Iván, Jeanne, un fenómeno aparentemente menos devastador, que ni siquiera alcanzó la categoría uno cuando toco al país, provocó la muerte de 25 personas y heridas a 265, dejó miles de damnificados y pérdidas millonarias en los sectores turístico y agropecuario.

Las regiones Este y Nordeste fueron las más afectadas, y el presidente Leonel Fernández anunció un plan de reconstrucción para auxiliar a los damnificados y reparar las vías de comunicación destruidas.

De acuerdo al Centro de Operaciones de Emergencia (COE) hasta ayer martes se habían evacuado 32,554 personas, que se ubicaron en refugios oficiales y casas de amigos y familiares.

La distribución de miles de personas en escuelas públicas, que sirven como refugio, retrasará el inicio del año escolar en Puerto Plata, María Trinidad Sánchez, La Altagracia y otras provincias, con el agravante de que la furia de Jeanne destruyó 300 escuelas en el Este y el Nordeste.

Sobre las pérdidas en el sector agrícola se estima que sobrepasan los RD$1,500 millones, principalmente por el deterioro de las plantaciones arroceras situadas en la zona del Bajo Yuna y Nagua.

Según la secretaría de Agricultura más de 14 factorías recibieron el impacto del ciclón, en las que se dañaron 15,000 quintales de arroz que estaban almacenadas.

De las 400,000 tareas sembradas de arroz en el Nordeste, 200,000 son recuperables, se perderán alrededor de 600,000 quintales del cereal, cuyo valor asciende a los RD$800 millones.

EN EL TURISMO

Todavía no se han cuantificado los daños que ocasionó Jeanne en la infraestructura turística, pero se sabe que de las 19,000 habitaciones hoteleras existentes en la zona de Bávaro-Punta Cana, en el Este, siete mil se deterioraron y su reparación durará entre 15 y 45 días.

Serán cerrados por reparación los hoteles club Med, Breexes, Punta Cana, Punta Cana Resorts and Club, Natura Park Resorts, Paradisus Punta Cana, Complejo Riú, Secrets Excellence Uvero Alto, Sirenis Uvero Alto y Sunscape Bávaro Grand.

Pero en La Romana-Bayahíbe todos los establecimientos operan con normalidad, ya que el huracán sólo causó pequeños daños al área de los jardines.

Solamente dos de los hoteles ubicados en Uvero Alto tuvieron que evacuar a 1,500 turistas, por deficiencias del servicio energético.

El aeropuerto de Punta Cana también sufrió los efectos del fenómeno natural, pero solamente estuvo cerrado por unas horas del pasado jueves 15, cuando Jeanne entró a territorio dominicano.

SAMANA EN PROBLEMAS

José Acevedo, miembro de la comisión de emergencia de Samaná, solicitó a las autoridades que auxilien a esa provincia, debido que el huracán convirtió en damnificadas a 800 familias, destruyó 1,200 viviendas y deterioró parcialmente a 2,500 ubicadas en Rincón de Molinillo, La Majagua, Sánchez y Las Terrenas.

Los agricultores habrían perdido alrededor de RD$500 millones, por la devastación de las plantaciones de coco, que sólo son recuperables en diez ó 15 años.

Las Terrenas y Las Galeras, dos importantes zonas turísticas, no recibieron el impacto del huracán; pero el servicio eléctrico en Samaná está afectado, exceptuando la zona del malecón.

«Necesitamos, urgentemente, la ayuda del gobierno y de entidades privadas, porque miles de personas de Samaná lo perdieron todo. Para cualquier colaboración pueden llamar al teléfono 685-3209».

AÚN CON LA PREVENCIÓN

Aunque el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) alertó con tiempo sobre la eventualidad de desastres, cientos de personas quedaron aisladas por la inundación de los ríos Soco, Chavón, Yuna, Ozama e Isabela, en la región Este.

En Santo Domingo evacuaron más de 400 familias residentes en las inmediaciones de los ríos Ozama e Isabela; y tanto en el Distrito Nacional, como en la provincia de Santo Domingo aún quedan en albergues oficiales 718 personas.

EN LOS CAMPOS

María Trinidad Sánchez fue una de las provincias más afectadas en el Nordeste, por el desbordamiento de los ríos Boba, Baquí, Palmita, Papagayo y Jengibre.

Allí hay más de siete mil familias damnificadas, y alrededor de 75 comunidades aisladas.

En el Este la situación no es mejor: el síndico de Miches, Ramón García, declaró al municipio en estado de emergencia, por los daños a la agricultura que ascienden a RD$500 millones.

Las comunidades de La Colonia, Los Cedros, Hicao Blanco y Nisibón están aisladas por la destrucción de los puentes que las unen con otras zonas; y en Sabana de la Mar 32 viviendas fueron destruidas y 190 tienen graves daños.

DAÑOS VIALES

El ingeniero Milton Gómez, de la secretaría de Obras Públicas, informó que hasta ayer no había concluido el levantamiento de datos sobre los daños totales causados por el huracán a puentes y carreteras.

Se estima que más de diez puentes se deterioraron y que solamente en el Este diez de estas estructuras, construidos por las comunidades, cayeron ante los embates de Jeanne.

Pero esa dependencia rehabilita el puente sobre el río Soco, que une a Hato Mayor con El Seibo, y también construyen un badén sobre el río Chavón, para facilitar la comunicación con la provincia La Altagracia.

También, dijo, repara un camino por la comunidad de Cuey, para comunicar El Seibo con Higüey.

Gómez informó que el sistema de alcantarillado, desde Higüey hasta Miches, fue destruido parcialmente por el desborde de varios ríos.

En la región Nordeste las carreteras están en buenas condiciones, solamente obstruidas con escombros, y el único puente destruido es el ubicado sobre el río Yuna.

En el Sur, en San Cristóbal y Azua, varios puentes quedaron muy afectados por la crecida de los ríos, explicó el funcionario.

AGUA Y ELECTRICIDAD

Jeanne destruyó 19 sistemas de acueductos. También las redes de distribución del servicio energético.

En ese sentido, la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) estimó que los daños causados al sector eléctrico, ascienden preliminarmente a RD$60 millones.

Solamente en la región Este se cayeron diez torres del tendido eléctrico, aparte del deterioro a subestaciones y líneas de distribución.

Como consecuencia de esa situación comunidades de El Seibo, Hato Mayor y San Pedro de Macorís aún no cuentan con el servicio.