POR MANUEL EDUARDO SOTO
Una larga lista de artistas han revivido o lanzado sus carreras gracias al compositor y productor colombiano Estéfano, destacándose entre éstos a Gloria Estefan, Julio Iglesias, José Luis Rodríguez, Laura Pausini, Paulina Rubio, Thalía, Alexander Pires, Cristian y, más recientemente, Marc Anthony y Jennifer López.

Pero el hombre que impuso un estilo muy especial en el dúo vanguardista que formó con el cubano Donato Poveda, decidió hacer una pausa en sus actividades ayudando a otros para volver a probar suerte como solista.

Y lo está haciendo con el álbum «Código personal: A media vida», que saldrá el mes próximo al mercado, y con el sólido apoyo del sello Universal, uno de los más importantes de la música latina. El primer sencillo, que ya comenzó a escucharse en las radioemisoras hispanas de Estados Unidos, se titula «Un hombre que no ha sido el de tus sueños».

Estéfano aprovechó de entrar a un estudio de Miami mientras su más reciente clienta, la exuberante Jennifer López, interrumpía la producción de un álbum en español para concentrarse en la filmación de una película. Pero no será el primer trabajo del sencillo muchacho colombiano parecido al actor Russell Crowe con la curvilínea estrella de cine, ya que ella grabó a dúo con su esposo, Marc Anthony, las versiones en balada y salsa de su tema «Escapémonos».

«Escapémonos» pertenece a los discos compactos «Valió la pena», uno de los más populares del momento en la República Dominicana, el que también trae, aparte del tema que da título a la producción, pegajosas salsas como «Tu amor me hace bien».

«Retomo mi carrera de cantante, porque me divierte y lo necesitaba», dijo en una de las diversas entrevistas que ha dado a medios colombianos y del extranjero en las últimas semanas. «Es un proceso interesante de mi vida: el de crecer, saber que, gracias a Dios, cuando tienes un don y lo entiendes, te vuelves responsable con él y se te convierte en un proceso de vida absoluto. Es un código personal».

Estéfano saltó a la fama a mediados de la década de 1990, gracias a la oportunidad que le dio el empresario cubano Emilio Estefan. La esposa de éste, Gloria, grabó el álbum «Mi tierra», que compuso y produjo el músico colombiano, con temas que traían el inconfundible sabor caribeño de los años 40.

Como parte del equipo de Estefan Enterprises, Estéfano contribuyó con un centenar de composiciones que luego grabaron figuras de la casa del llamado «rey Midas cubano» porque todo lo que toca se convierte en oro. Pero como sucede muy a menudo en el mundo del espectáculo, la relación terminó agriamente y cada uno siguió caminos diferentes, aunque ambos han sido de éxito.

Corría el año 1988 cuando tuve oportunidad de conocer en Miami a Estéfano, entonces un tímido joven sin mayores ínfulas que me fue presentado como «el futuro rey de la música latina», título que me pareció exagerado. Mientras con mis amigos frecuentábamos centros nocturnos de la ciudad, Estéfano brillaba por su ausencia y se mantenía misteriosamente encerrado en un apartamento de la playa, supuestamente componiendo canciones por docenas. Ninguno de sus amigos lo visualizaba como el fabricante de superéxitos que sería años después.

Como sus labores musicales las conducía en el más estricto sigilo, tampoco podíamos prever lo que se venía encima, aunque cuando se me sentó al lado en un concierto de Eros Ramazzotti, en el teatro James L. Knight Center, pude darme cuenta que estaba al tanto del tipo de música que se imponía en ese momento entre la juventud mundial.

Y no me equivoqué, ya que cuando me enteré que era el artífice de «Mi tierra», sabía que tenía su futuro asegurado. Luego vino el superéxito que lanzó mundialmente a Shakira, «Ciega, sordomuda», y una larga lista de otros títulos que dejaron en claro que Estéfano tenía la clave del éxito, que era el nuevo Manuel Alejandro, ya que al igual que el compositor y productor español, él mismo se autodefinió como «un sastre de la música, uno que crea canciones de acuerdo con el artista».