ESTÉTICA DE LA RESISTENCIA

ESTÉTICA DE LA RESISTENCIA

Resistencias, de Mario Benedetti

Hay quienes se resisten deshilachadamente
a morir sin haberse concedido
un año un mes una hora de goce
y esperan ese don cultivando el silencio
vaciándose de culpas y de pánicos
descansando en el lecho del cansancio
o evocando la infancia más antigua
así con la memoria en rebanadas
con ojos que investigan lo invisible
y el desaliento tímido y portátil
que se cubre y descubre a duras penas
así miden el cuerpo torpe cándido
ese montón de riesgos y de huesos
áspero de deseos como llagas
que no elige agotarse mas se agota
merodean tal vez por la nostalgia
ese usual laberinto de abandonos
buscan testigos y no los encuentran
salvo en las caravanas de fantasmas
piden abrazos pero nadie cae
en la emboscada de los sentimientos
carne de espera alma de esperanza
los desnudos se visten y no vuelven
el amor hace un alto en el camino
sorprendido in fraganti condenado
y no obstante siempre hay quien se resiste
a irse sin gozar sin apogeos
sin brevísimas cúspides de gloria
sin periquetes de felicidad
como si alguien en el más allá
o quizás en el más acá suplente
fuera a pedirle cuentas de por qué
no fue dichoso como puede serlo
un bienaventurado del montón

En su lucha por sobrevivir, los pueblos han forjado diferentes maneras de expresar sus sentimientos. No es solo la protesta política activa la única forma de expresar lo que su desacuerdo ante una realidad. Las artes plásticas y la literatura son las vías más expeditas para elevar a los cielos el grito de dolor, de esperanza, de desesperanza y desesperación. A este proceso los académicos lo han denominado: La estética de la resistencia. Hito Steyerl [1] sostiene que esa llamada nueva forma de expresión parte del conflicto.

Se preguntaba el autor “¿cuáles son los conflictos y dónde están entonces las fronteras? Analizada desde el punto de vista de muchas intervenciones actuales, la investigación artística parece más o menos confinada a la academia de arte metropolitana contemporánea”.[2]
¿De dónde nació esa denominación que ahora es tan popular? De una novela de Peter Weis titulada “La estética de la resistencia”, publicada en los años 80 del siglo XX, en la cual presenta una interpretación alternativa de la historia del arte, en el marco de una descripción de la historia de la resistencia antifascista de 1933 a 1945. La novela de Weiss establece un vínculo ineludible entre arte y resistencia política, estableciendo de esta manera una especie de genealogía de la investigación estética en relación con la historia de las luchas emancipadoras a lo largo del siglo XX.
No cabe duda de que esa perspectiva es partiendo del conflicto como punto de partida. Esto implica, lógicamente una ruptura con cánones establecidos y estéticas impuestas.

Como dice Steyerl “simplemente deja de tener sentido alguno continuar la discusión como si las prácticas de investigación artística no tuvieran una larga y amplia historia mucho más allá de las prácticas artísticas conceptuales, que es uno de los escasísimos ejemplos históricos que se mencionan, aunque en muy pocas ocasiones”. [3]

Vista de esa manera, la investigación artística se convierte en un sujeto global, que forma parte de una historia larga y con frecuencia interrumpida. Implicaría, por tanto, que tendríamos que contrastar el poder, el saber y el arte, lo cual implica, necesariamente sino también mediante la innovación epistemológica y estética.

Al respecto Steyerl señala que en esa nueva visión se produce un choque: “una reivindicación de especificidad colisiona con una reivindicación de singularidad”. ¿Qué significa y que implica todo esto? Por un lado, el trabajo de investigación necesita contar con un paradigma general, dentro de un discurso que se puede compartir. “En la mayoría de las ocasiones, procedimientos científicos, legalistas o periodísticos de verdad subyacen a este método de investigación.

Estas metodologías están dominadas por relaciones de poder, tal y como muchos teóricos han demostrado”. [4] Y por el otro lado, los proyectos de investigación artística reivindican una singularidad, una identidad propia que la hace única.
Todos estos argumentos teóricos que aquí expongo forman parte de mis últimas lecturas sobre el tema de la identidad. Las comunidades sofocadas por la opresión de la cultura dominante, los obliga a levantar los brazos y proclamar el grito a través de la poesía, de la novela, de la pintura y la música.

Ahora bien, la estética de la resistencia, y ahí radican mis inquietudes y mi propia resistencia, valga la redundancia ¿implicaría también suprimir la calidad? ¿La flexibilización de los cánones reduciría la exigencia hacia el producto? Como pueden ver, queridos y fieles lectores, estoy aprendiendo y reflexionando al tiempo que escribo para ustedes. Una nueva estética supone nuevos paradigmas, pero sobre todo permite la apertura de voces calladas y la visibilización de los seres sin rostros y sin nombre.

Lo cierto es que, sin análisis académico, los hombres y mujeres de la historia han sido creativos y han resistido a través de la prosa y los versos ante las injusticias y las exclusiones; ahora la llamamos una “estética de la resistencia”, y yo le llamo: el grito de los excluidos de la vida y la historia: Finalizo este Encuentro con el poema maravilloso “Yo te nombro”, libertad, de Paul Èluard

POR EL PÁJARO ENJAULADO
POR EL PEZ EN LA PECERA
POR MI AMIGO QUE ESTA PRESO
POR QUE HA DICHO LO QUE PIENSA

POR LAS FLORES ARRANCADAS
POR LA HIERBA PISOTEADA
POR LOS ARBOLES PODADOS
POR LOS CUERPOS TORTURADOS
YO TE NOMBRO LIBERTAD

POR LOS DIENTES APRETADOS
POR LA RABIA CONTENIDA
POR EL NUDO EN LA GARGANTA
POR LAS BOCAS QUE NO CANTAN

POR EL BESO CLANDESTINO
POR EL VERSO CENSURADO
POR EL JOVEN EXILADO
POR LOS NOMBRES PROHIBIDOS
YO TE NOMBRO LIBERTAD

poesía y libertad

TE NOMBRO EN NOMBRE DE TODOS
POR TU NOMBRE VERDADERO
TE NOMBRO Y CUANDO OSCURECE
CUANDO NADIE ME VE

ESCRIBO TU NOMBRE
EN LAS PAREDES DE MI CIUDAD

ESCRIBO TU NOMBRE
EN LAS PAREDES DE MI CIUDAD
TU NOMBRE VERDADERO
TU NOMBRE Y OTROS NOMBRES
QUE NO NOMBRO POR TEMOR

POR LA IDEA PERSEGUIDA
POR LOS GOLPES RECIBIDOS
POR AQUEL QUE NO RESISTE
POR AQUELLOS QUE SE ESCONDEN

POR EL MIEDO QUE TE TIENEN
POR TUS PASOS QUE VIGILAN
POR LA FORMA EN QUE TE ATACAN
POR LOS HIJOS QUE TE MATAN
YO TE NOMBRO LIBERTAD

POR LAS TIERRAS INVADIDAS,
POR LOS PUEBLOS CONQUISTADOS
POR LA GENTE SOMETIDA
POR LOS HOMBRES EXPLOTADOS

POR LOS MUERTOS EN LA HOGUERA
POR EL JUSTO AJUSTICIADO
POR EL HÉROE ASESINADO
POR LOS FUEGOS APAGADOS
YO TE NOMBRO LIBERTAD

TE NOMBRO EN NOMBRE DE TODO
POR TU NOMBRE VERDADERO
TE NOMBRE CUANDO OSCURECE
CUANDO NADIE ME VE

ESCRIBO TU NOMBRE
EN LAS PAREDES DE MI CIUDAD

ESCRIBO TU NOMBRE
EN LAS PAREDES DE MI CIUDAD

TU NOMBRE VERDADERO
TU NOMBRE Y OTROS NOMBRES
QUE NO NOMBRO POR TEMOR
YO TE NOMBRO LIBERTAD

[1]Hito Steyerl. “¿Una estética de la resistencia? La investigación artística como disciplina y conflicto”. Traducción de Marta Malo de Molina ¿Una estética de la resistencia? | transversal texts

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