POR SEGUNDO ANTONIO VASQUEZ
En Santo Domingo hay edificaciones que manifiestan una característica singular al presentar tanto en el marco superior de sus puertas, ventanas o en un cuerpo sobresaliente del techo, un decorado estructural de gusto artístico.

  En la calle El Conde número 260 hay un edificio de cuatro niveles, cuyo segundo y tercero del lateral izquierdo tienen puertas cuya parte superior está preciosamente decorada.

  Estas tienen gruesas molduras que lateralmente forman hojas de acanto, las cuales su tallo llegando al medio forma una curva ahuecada, divididas por una central abultada cuya parte arriba presenta cinco óvulos también huecos.

  Pero en el cuarto nivel también en el lado izquierdo aparece un cuerpo sobresaliente del techo, cuya pared centralmente tiene en un grueso altorrelieve cinco líneas de molduras que partiendo de un anillo se abren hacia los lados y sus puntas se enrroscan con filos redondos. Allí el anillo lo bordea otra moldura paralela que encierra seis curvas unidas.

  Igualmente, en la misma calle número 155 se puede observar otro edificio de cuatro niveles el cual también presenta un ornamento que cortamente sobresale del techo.

  Este surge del cuerpo elevado que tiene la marquesina de un balcón del Art-Decó, la cual frontalmente está formada con el vértice de un triángulo. Desde allí parten dos bloques  verticales que adosadas a la pared y encima de otro vértice, centralmente encierran cinco gruesas molduras que desde un eje salen otras cuatro laterales formando dos curvas unidas, donde la quinta arriba se abre por la mitad. Finalmente, al borde del remate está en grueso altorrelieve otras cinco molduras de formación igual.

  Así mismo, en el ensanche de San Carlos al llegar a la calle Abreu número 11 encontramos una antigua vivienda con tres puertas cada una con otro ornamento curioso. Están situados en la parte superior del marco, en cuyas esquinas se puede apreciar un elevado bloquecito con sacados curvos y puntiagudos en los bordes y arriba. Le siguen dos gruesas molduras enroscadas. Ya en el centro hay otras dos que unidas curvadamente terminan con tres puntas redondas.

  También, en la calle Santomé número 123 se puede observar una casa colonial con cuatro puertas, donde la del medio presenta uno de los ornamentos más preciosos del sector.

  Está colocado en la parte superior de la pared en un grueso altorrelieve formado por varias molduras que lateralmente tienen curvas, las cuales enroscadas sus puntas terminan con un globo y las de arriba haciendo lo mismo debajo encierran un abultado óvalo, que al medio le cruzan dos flechas las cuales entre tres estrellas están totalmente ahuecadas.

  Igualmente, en la calle Arzobispo Nouel esquina Pina hay un edificio republicano de dos niveles, cuyo segundo presenta una balconada que doblando en ángulo recto su vértice es curvo y puntiagudos en los bordes.