ROSARIO TIFÁ
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El vestido ha ido cambiando su estilo desde hace siglos, cuando la moda comenzó a manifestarse con cierta fuerza y los tejidos se adaptaban a la silueta para jamás irse del closet femenino.
Los hay desde aquellos de estilo elegante para las grandes fiestas; los clásicos y elegantes para cocteles, hasta los sencillos, cómodos y frescos para las actividades cotidianas.
Estos últimos son los más solicitados en estos momentos de altas temperaturas que presagian un verano fuerte, en que nos veremos obligados a usar las ropas frescas que tanto aconsejan los expertos.
De estos hay muchos en diferentes marcas, tiendas de las ciudades y ateliers de diseñadores y modistos.
Sus cortes son sencillos; las telas y texturas son frescas… Hablamos del clásico vestido que estuvo muy de moda en los años 40, con sus faldas rizadas y en pliegues, que ahora exhibimos con un toque de modernidad.
Al darle un giro a la historia se puede comprobar que precisamente, en 1946, en plena Segunda Guerra Mundial, que dejó de lado el glamour de los años 30, los diseñadores y modistas por las precariedades de la época se dedicaron a reciclar trajes de sus clientes para convertirlos en más prácticos y sencillos.
En esos años se podían apreciar por las calles parisinas o londinenses hoy día es una prenda obligada, sobre todo en verano.
Zoom
Diseños
Más abajo de las rodillas
Como Jacques Heim, Edward Molyneux y Norman Hartmell, fueron muchos de aquellos que se destacaron en los rediseños y en los diseños de prototipo militar. Los vestidos se llevaban como ahora, una pulgada por debajo de las rodillas, y con garbo y coquetería, estilizando sus piernas con tacones altos. Hoy también los observamos con sandalias bajas y altas.
Los colores son varios, tanto estampados como lisos, pero lo importante es que entalle a la mujer, que se amolde a su cuerpo y le permita exhibir una figura fresca y sobre todo, con comodidad. La reconocida marca internacional Gap nos presenta para este verano líneas muy simples, pero elegantes.