Estima el país debe adoptar modelo eléctrico híbrido

Estima el país debe adoptar modelo eléctrico híbrido

Para establecer un modelo eléctrico híbrido independiente, el país debe incrementar la participación de generadores de electricidad que utilicen hidroelectricidad, parques eólicos, biomasa cañera e hidrógeno.

El planteamiento fue hecho por Wasing Cheaz Saladín, ingeniero especializado en energía, quien apoyó una revisión del actual modelo eléctrico, a fin de instalar otro sostenible financieramente, con tarifas adecuadas a la realidad del país.

Resalta que la tarifa eléctrica representa un 75% de generación, 20% distribución y 5% de costos de transmisión.

El parque de generación eléctrica, añadió, está integrado por plantas térmicas convencionales, la mayoría de muy bajo rendimiento y su combustible principal es petróleo.

Señaló que si se aumenta la capacidad hidroeléctrica entre 5,000 a 7,000 millones de kilovatios/hora al año, el país se ahorraría entre 12 y 17 millones de barriles de petróleo, con lo que se economizaría entre US$460 a US$650 millones al año.

Sostuvo que con el modelo propuesto, la facturación eléctrica se reducirá drásticamente, porque el mayor costo de la cadena bajaría, en vista de que el esquema busca que la producción térmica convencional sea porcentualmente menor que la no convencional.

A su juicio, una central fotovoltaica de un megavatio produce 1,606 millones de kilovatios/hora al año, permitiendo un ahorro de más de US$90 millones al año.

Añadió que eso no incluye el impacto de la generación eólica, biomasa y la energía de hidrógeno, que será el centro de la producción dominicana.

Un sistema híbrido independiente, afirma, eliminará las inversiones en costosas líneas de transmisión y, por tanto, el peaje y derechos de interconexión.

Expresó que con ese modelo no habrá necesidad de crear complejas infraestructuras alrededor de esos sistemas, ya que los sistemas independientes híbridos o generación distribuida, se pueden supervisar, monitorear y controlar a distancia.

Explicó que ese modelo, en el mediano plazo, traerá la segmentación de la distribución y para seguir reduciendo los costos en distribución y eficientizar en tiempo real, implicará la incorporación de tecnologías de telecontrol vía satélite.

En cuanto a la distribución de energía, Cheaz Saladín dijo que los costos se reducirán ejecutando los sistemas informáticos de energía prepagada, los cuales se aplican a los sistemas integrados e independientes híbridos por igual.

Planteó que se debe priorizar la incorporación de parques eólicos desde 100 a 300 megavatios y aumentar la generación hidroeléctrica con sistemas de minicentrales de mediana potencia de 50 megavatios en adelante, ya que el potencial del país es de 8,000 megavatios.

Asimismo, favoreció instalar centrales eléctricas por acumulación y centrales fotovoltaicas entre 200 kilovatios y un megavatio, centrales térmicas no convencionales (biomasa), para aprovechar el bagazo de caña e incorporar al modelo la generación de electricidad con hidrógeno a gran escala.

La visión, sostuvo, es que la energía excedente de las centrales no convencionales, se utilice para producir hidrógeno del mar, almacenarlo en forma gaseosa y usarlo en centrales de ciclo combinado que producirán energía y calor.

A su juicio, habrá sostenibilidad financiera del sector, si se logra incorporar los recursos energéticos autóctonos que no son renovables.

Recordó que Europa, Japón y Estados Unidos están incorporando a los modelos convencionales, otras fuentes de energía, a fin reducir la dependencia del petróleo, gas y carbón.

Expresó que el paso del modelo convencional al híbrido implicará incorporar un sistema informático en tiempo real, llamado Generation Control and Scheduling, para asignar automáticamente la generación de las plantas disponibles.

Para el consumidor se trazará un Plan de Ahorro y Eficiencia Energética Nacional, con el fin de crear conciencia sobre la necesidad de hacer un uso racional de la energía independientemente de que sea renovable o convencional, dijo.

Favoreció incrementar la eficiencia energética en todos los sectores de la economía, mediante el diseño y la implantación de un procedimiento de eficiencia energética nacional, aplicando las tecnologías y la reingeniería de procesos.

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