POR GERMAN MARTE
La procuradora fiscal adjunta de niños, niñas y adolescentes, Marisol Altagracia Tobal, calificó ayer como una “monstruosidad” la decisión del juez Ramón Emilio Sánchez Carpio de declarar un no ha lugar a favor de los acusados de violar a doce niñas en el albergue San Francisco Javier de Rafael del Yuma, de Higüey, y llamó a la población a reaccionar ante este hecho.

Dijo que la decisión del juez que estaba apoderado del caso de las violaciones de las niñas sorprendió a todo el mundo.

“Este juez dictó un acto de no ha lugar a favor de dos de los sacerdotes, el padre Betances y el padre Cirilo, y retuvo una falta de un delito con relación al diácono Rigoberto, que tan sólo lleva una sanción pecuniaria (una multa), pero no lleva prisión”, destacó Tobal.

“Parece que para el juez no hubo violaciones sexuales”, agregó Tobal al ser entrevistada por Pablo McKinney y Freddy Sandoval en el programa Hola Matinal, que se difunde por el canal 10; “pero las violaciones son violaciones. Usted no puede tomar un caso de violación y decir que es otro delito, las violaciones sexuales siempre son violaciones, y en lo que hemos podido observar con la decisión del juez es que aquí no hubo ese tipo de crimen, a pesar de que hay 13 menores entre niños y niñas que han sido violados, incluido una niña de dos años”, indicó.

Sánchez Carpio, juez liquidador de Instrucción del Distrito Judicial de La Altagracia, favoreció con una auto de no ha lugar al sacerdote Cirilo Núñez y al sacerdote Ramón Betances, y envió por ante un tribunal correccional al diácono Rigoberto de Jesús González Padial, Alejandro del Rosario Divison y su esposa Rosa Elena Mota. Esta decisión provocó un revuelo en la comunidad higüeyana, en los medios de comunicación y en los corrillos judiciales, al punto que la Suprema Corte de Justicia ordenó una investigación.

El pasado jueves el Ministerio Público apeló la sentencia del juez. Tobal consideró que el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa tendrá que reaccionar ante un caso como este que “ha sentado un precedente en la historia dominicana, pues no se recuerda un caso en que se hayan producido violaciones masivas, como este”.

Tras calificar como “monstruosa” la decisión del juez Sánchez Carpio, Tobal recalcó que no se entiende la decisión del magistrado y subrayó que hay certificados médicos legales, evaluaciones psicológicas e interrogatorios donde las víctimas establecen que sí hubo un hecho, que fueron abusadas.

Manifestó que la Iglesia Católica no ha tenido ninguna reacción oficial, y ha mantenido un silencio permanente.

En el caso de las violaciones a las niñas del albergue estaban involucradas otras dos personas, las cuales murieron durante el incendio de la cárcel pública de Higüey.

El Ministerio Público había pedido que se incluyera en investigara a estas personas,  pero “lo que vino fue esta monstruosidad”, recalcó Tobal.

De acuerdo con la funcionaria judicial, una de las personas que las niñas han mencionado durante el proceso ha sido precisamente al padre Cirilo, y señaló que cuando el Ministerio Público le fue a entrevistar el religioso estaba muy nervioso, “por eso me asombra que él haya sido el más beneficiado, porque a favor de él y de Betances fue que se dictó un acto de no ha lugar”.

Asimismo, recordó que el diácono Rigoberto de Jesús González Padial, fundador y director del albergue, intentó irse del país por el aeropuerto de Santiago, disfrazado de sacerdote.