La Vega. Se estima entre ocho y diez mil millones de pesos la cifra necesaria para rescatar al río Camú de la contaminación, los desperdicios y los más de dos millones de personas que viven a lo largo y ancho de su cauce.
La escasez de agua del río tiene un impacto directo en el abastecimiento de agua potable, registrando una disminución considerable; mientras que en el sector agrícola, miles de tareas de cultivos de arroz han sido afectadas provocando una caída en la producción.
Aquí hay una ONG Salvemos el Camú, pero es que el Camú no lo salva nadie. Se necesitaría más o menos 10 mil millones de pesos y una voluntad comprometida que no la hay de parte del gobierno ni de nadie y ahí sigue sin dolientes, dice el doctor Ariostos Montesano.
Advierte que el Camú es un lugar sucio y contaminado al cual le han extraído arena, grava y cascajo, de manera indiscriminada y deforestado su cuenca y agotado casi todos de los arroyos que lo componen.
Este río, leyenda viviente y principal fuente acuífera ligada a la vida vegana y del país agoniza ante la indiferencia de todo un país indolente, sostiene.
Y es que allí abundan los peces muertos, basura, desperdicios cloacales, animales muertos y otras inmundicias que lo dañan.
Montesano también subraya que esta generación ha pagado muy caro y las consecuencias han sido lamentables en pérdidas de vida humanas y daños materiales. Dijo que el río se ha cobrando el mal que le hicieron los de ayer y se cobrará la indiferencia e irresponsabilidad de los ciudadanos de hoy.
La solución a esto es imposible porque el problema social que habría ahí es muy grande, porque hay que sacar a todas esas personas y mudarlas ya que no se pueden tirar a la calle. El ayuntamiento de La Vega va a tener que declararlo oficialmente muerto, aclaró
Considera que lamentablemente la sociedad vegana es cómplice porque siempre se queda callada ante tantas injusticias y que medio ambiente nunca ha hecho nada.
Mientras tanto el geólogo Osiris De León, considera que a este río hay que sanearlo obligando a todas las industrias que hay en La Vega a que construyan sus propias plantas de tratamiento y a construirles a La Vega un alcantarillado sanitario para que las aguas negras no vayan al río, sino que vayan a esa planta de tratamiento.
Para el vegano Andrés Mariano, este río representa su modus vivendi, ya que pesca diariamente para subsistir.
Dijo sentirse muy mal por el mal manejo que le han dado.
«Yo vivo aquí. Este rio es mi vida y se muere y junto con él, los peces y ya no habrá manera de que podamos vivir», dice.
El río Camú
El Camú es el principal río de la provincia de La Vega, nace en la loma de la Sal de la Cordillera Central haciendo un recorrido por las llanuras veganas y del Cibao Central de 101 kilómetros desembocando en el Yuna, en la provincia de San Francisco de Macorís. Sus afluentes principales son: el río Licey, con 64 kilómetros, Jima, con 39, y los arroyos Yamí, Bayacanes, Pontón, Guaigüí y Cenoví.