Estimulantes sexuales: placer de alto riesgo

Estimulantes sexuales: placer de alto riesgo

POR MIRFAK ROWLAND
El uso de estimulantes sexuales en la población  joven dominicana se ha incrementado en los últimos meses y esto ha concitado la atención de miembros de la sociedad civil, quienes se preguntan si esta situación se debe, en gran medida, a la falta de educación sexual en los hogares y centros educativos.

 Esta problemática ha sido motivo de estudio por parte de miembros de instituciones dedicadas a la promoción de la educación sexual y de entidades estudiantiles, como es el caso del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC). Un grupo de estudiantes de este centro educativo realizó una encuesta entre 100 jóvenes con el interés de determinar que tan alto es el índice de consumo de estos medicamentos en la población juvenil del país.

Los resultados obtenidos han dado pie a que se realicen investigaciones relacionadas con el tema y psicólogos y terapeutas sexuales han sacado sus conclusiones al respecto estableciendo que ningún hombre que no presente problemas de disfunción eréctil debe ingerir estos medicamentos, ya que pueden traerle consecuencias irreversibles de tipo físico y emocional. Y menos si se trata de un joven en pleno uso de sus facultades sexuales.

Pero establecidos los razonamientos de los expertos, cabe preguntarse ¿qué lleva a los jóvenes a usar estimulantes sexuales? Según una encuesta realizada por HOY entre jóvenes del sexo masculino, en edades que oscilan entre los 18 y 28 años, una de las razones por la que éstos hacen uso de estos medicamentos es a que, en ocasiones, el consumo de alcohol les impide satisfacer a su pareja, ya que éste es un depresor del sistema nervioso central y deprime la respuesta de erección y eyaculación.

Otra razón, que al parecer es la de más peso, es el hecho de que muchos jóvenes desean aumentar su rendimiento sexual en momentos en que deciden disfrutar de una relación coital con una joven que consideran “muy experimentada”.

“Generalmente uno hace eso cuando sale con una “tiguerona” y quiere demostrarle que uno es más “tíguere” que ella en la cama”, expresó Juan Carrasco, de 23 años, estudiante de Publicidad.

Otros deciden ingerir estimulantes sexuales para “hacerle una maldad” (entiéndase durar más tiempo del considerado normal durante el coito sin eyacular) a una chica con la que desean pasar un momento de intimidad sexual.  

Según la terapeuta sexual Sarah Guerrero, los estimulantes sexuales utilizados en la actualidad son medicamentos diseñados y dirigidos a la población masculina que por trastornos fisiológicos presentan problemas en su respuesta sexual. Estas disfunciones pueden deberse a trastornos vaso-congestivos, diabetes mellitus, entre otros.

El efecto de estos medicamentos –según la especialista- es que producen mayor irrigación sanguínea a los cuerpos cavernosos y, por ende, erecciones más potentes y duraderas. Algunos de estos medicamentos garantizan respuestas por más de 36 horas.

“Se ha hecho muy clara la advertencia de que personas con problemas cardiovasculares no deben ingerir estos estimulantes, pues pueden arriesgar su vida”, expresó Guerrero.

Pero la realidad es que la expectativa del hombre ante un momento de placer con una mujer a la que desea con vehemencia puede ocasionarle una eyaculación más rápida, lo que llega a considerar un problema, ya que puede pensar que no satisfizo  por completo a su pareja.

Y es que uno de los objetivos principales es tener una erección prolongada para proporcionar más placer a la dama, pero la realidad es que esto no necesariamente puede ocasionarle placer, sino todo lo contrario, pues ésta puede sufrir dolor y maltrato al momento de la penetración.

“La calidad de la respuesta sexual de la mujer depende de la calidad de la estimulación, así como de su propia condición emocional ante la relación sexual. Si el joven logra estimularla de manera adecuada, probablemente responderá con satisfacción y orgasmos”, afirmó la terapeuta.

Otro dato de relevancia es el hecho de que los jóvenes dominicanos no sólo ingieren medicamentos certificados como estimulantes sexuales para obtener mayor potencia sexual, sino también aquellos que están indicados para otros padecimientos, como es el caso de la aspirina y del denominado “Anafradín”, un poderoso antidepresivo. Estos, según algunos jóvenes encuestados, hacen el mismo efecto que los antes mencionados. 

En cuanto a las consecuencias negativas que pueden ocasionar los estimulantes sexuales en los jóvenes, Sarah Guerrero citó el priapismo, que consiste en una patología que se da cuando se presentan erecciones prolongadas y que no se pierden aún después de eyacular, lo que es sumamente doloroso y es necesario acudir al médico para drenar la sangre de los cuerpos cavernosos a través de catéteres.

Mientras que en cuanto a los efectos de tipo psicológico, la especialista resaltó el sentimiento de inseguridad de su capacidad o potencia sexual, pues siempre se auxiliará de ellos para poder responder adecuadamente.

“Para el hombre, el falo (pene) es símbolo de poder, de masculinidad, de sentirse plenamente macho y si éste no le responde adecuadamente le produce inseguridad y sentimientos de minimización ante su pareja y el mundo”, indicó.

Y en lo referente a si pueden crear adicción, la terapeuta sexual dijo que éstos no crean adicción física, pero sí podrían generar dependencia emocional por el sentimiento de inseguridad expuesto anteriormente.

Guerrero considera que un joven anatómicamente intacto tiene todas las condiciones para responder sexualmente de manera adecuada, por lo que no necesita ingerir estos medicamentos.

También dijo que el amor es el mejor estimulante sexual y recomendó a los jóvenes utilizar el cortejo, acompañado de una estimulación adecuada (juegos sexuales, caricias, etc.) para lograr satisfacción en su pareja.

 “No podemos negar el gran beneficio que han traído estos medicamentos a personas que no disfrutaban de una vida sexual plena por los problemas fisiológicos ya expuestos, sin embargo, debemos ser cautelosos pues no todas las personas son candidatas a su consumo, especialmente la juventud que los está utilizando como una receta más, como una solución fácil y poco costosa para disfrutar un momento sin pensar en las consecuencias a largo plazo”, puntualizó.

De interés

Las autoridades de salud de los Estados Unidos han tomado la ofensiva contra los productos que supuestamente aumentan la virilidad y que, según advierten, pueden representar un peligro mortal para el consumidor.

La Administración de Alimentos y Fármacos (FDA por sus siglas en inglés) señaló que algunos productos para aumentar la potencia sexual contienen los mismos ingredientes que las pastillas Viagra, que se vende con receta médica en los Estados Unidos.

Según el organismo regulador del Gobierno, esos productos para combatir la “disfunción eréctil”, aunque no sean ilegales pueden ser peligrosos para la salud.

Para Steven Galson, director del Centro para Evaluación e Investigación de Fármacos de la FDA, los productos son una amenaza para la salud pública porque contienen sustancias no declaradas, similares o idénticas a “los ingredientes activos probados” como Viagra y Levitra. 

Publicidad agresiva incrementa demanda de estimulantes sexuales en el país

Los precios de estos medicamentos oscilan entre los RD$50 y los RD$400 por tableta .
La demanda de estimulantes sexuales por parte de la población joven dominicana es alarmante. Pero no sólo la demanda, sino también la gran cantidad de medicamentos de este tipo en el mercado y la agresiva publicidad que se presenta en los medios de comunicación.

Según Edward Rosario, dependiente de la “Farmacia Camille” ubicada en la autopista de San Isidro, en Santo Domingo Este, diariamente acuden entre 15 y 30 jóvenes por día en edades entre 18 y 25 años en busca de estimulantes sexuales. Citó como los más demandados por esta población: “La Pela”. “Erec-F”, “Vigor” “Elevex”, entre otros.

Keisy Ramírez, de la “Farmacia Fortuna”, ubicada en la zona universitaria, expresó que a este establecimiento se dirigen a comprar estimulantes sexuales entre 15 y 20 jóvenes al día. Esta citó como los más demandados: “La Pela”, “Erec-F”, “Levitra” y “La Viagra”.

Por su parte, una joven que sólo se identificó como “Juliana”, de la “Farmacia Lincoln”, situada en la avenida Abraham Lincoln de esta capital, informó que a esta farmacia se dan cita más de 20 jóvenes diariamente, y los mismos compran: “La Viagra”, “La Pela” y “Erec-F”, y demás, mientras que algunos extranjeros acuden en busca del denominado “Cialis”, el cual, según ella, es uno de los estimulantes más caros, ya que cuesta RD$375.

Todas estas personas encuestadas coincidieron en que los fines de semana hay mayor demanda de estos medicamentos por parte de los jóvenes, la cual en algunos casos se duplica. Los precios de estos medicamentos oscilan entre los RD50 y los RD$400 por tableta.

Perfil

Sarah Guerrero es graduada de Psicología clínica, de la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU). Posee una maestría en psicología clínica, de Boston University, en los Estados Unidos.

La especialista realizó también una maestría en Terapia Sexual, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y un entrenamiento en Apoyo Emocional y Metodología de la Investigación en pacientes HIV positivos en la Universidad de California, en San Francisco, Estados Unidos.

La licenciada Guerrero brinda ayuda psicológica y terapias sexuales en el Centro de Obstetricia y Ginecología. Su teléfono es el 809-685-4008.

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