La mayoría de los padres hacen de todo por a partir de los seis meses de nacido escuchar algunas palabras en su bebé. Por supuesto a cualquier padre le derrite escuchar esos primeros balbuceos que intentan traducir papá o mamá, sin embargo pocos conocen que la lectura diaria ayuda a que su pequeñín hable más rápido.
Narrar las cosas que hace en su compañía igualmente le ayudará a estimularse, ya que en la primera etapa de la infancia el aprendizaje es por repetición.
Algo importante a tomar en cuenta es no repetirle palabras al bebé más de tres veces consecutivamente, para no causar en él rechazo o desinterés.