Estímulos al crecimiento

Estímulos al crecimiento

RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
El crecimiento económico del primer trimestre de este año, que ha dejado sin discurso y sin herramientas a los críticos y opositores de la administración del doctor Leonel Fernández, se ha debido fundamentalmente a un crecimiento en la demanda interna, impulsada entre otras razones en la recuperación del ingreso real de los ciudadanos y ciudadanas, más el crecimiento del sector externo, especialmente en el área de los servicios.

La economía dominicana, aun en las peores crisis, ha manifestado una capacidad de adaptación a los choques externos e internos y eso lo saben muy bien los que ahora, sin ofrecer cifras alternativas, han llegado al extremo de poner en dudas los resultados del primer trimestre de este año presentados por el Banco Central. Por ejemplo en el 1990, con una crisis que provocó una hiperinflación de 79.92%, la economía decreció 5.4%, sin embargo el año siguiente el PIB creció 0.9%. En el 2003, en medio de la peor crisis financiera en la historia moderna del país, con quiebras bancarias que costaron entre 20-25% del PIB, la economía apenas decreció 1.9% y en el primer semestre del 2004 ya estaba creciendo 0.8% para cerrar con un incremento de 2.0% en el PIB. Comportamiento que revela el dinamismo de los sectores productivos, especialmente el externo, pues crisis financieras de la misma magnitud en México o en Asia, implicaron caídas inmediatas del producto superiores al 7%.

Como escribía recientemente un distinguido economista, asesor del Gobernador del Banco Central en la administración pasada, el crecimiento de una economía depende del aumento de la demanda, de la inversión y en mayor medida del ingreso real de la gente. En cualquier manual de introducción a la macroeconomía se plantea que el producto interno bruto en un período determinado, entendido como el valor del conjunto de bienes y servicios producidos en la economía, medidos a precios corrientes o constantes, es igual al consumo más la inversión, más los gastos del gobierno, más las exportaciones menos las importaciones (PIB=Y=C+I+G+X+M) y que la oferta global es igual a la suma del PIB y las importaciones, mientras la demanda global es igual a la sumatoria del consumo, la inversión y las exportaciones.

En el primer trimestre del 2005 la demanda total agregada creció 6.3%, a pesar de la caída de 8.8% en la inversión bruta, gracias al incremento de 10.6% en el consumo total, estimulada por el aumento de 15.8% en el consumo privado ya que el consumo del gobierno disminuyó en 16.8%, y, las exportaciones totales crecieron 9%, impulsados por el sub-sector servicios con un crecimiento de 19.3%.

Evidentemente que el aumento del consumo privado guarda relación con el aumento del ingreso real de los consumidores que es proporcional a la apreciación del tipo de cambio y la reducción de los precios y justamente entre agosto del 2004 y marzo del 2005 el índice de precios al consumidor se redujo, resultando una inflación negativa de 2.19%.

La recuperación de la actividad comercial con su crecimiento de 11.6% (su ponderación en el PIB es de 11.5%) la manufactura por 4.5% (representa 14.5% del PIB) así como otros sectores, explica perfectamente el incremento de las importaciones hasta tal punto que la de bienes aumentó 53.4% (excluyendo los productos blancos derivados del petróleo) y los bienes de capital 11.4%, para un incremento de 22.5% en el total de las importaciones excluyendo petróleo y derivados.

La balanza de pagos en este trimestre es también otro referente de la recuperación pues aunque el superávit en cuenta corriente por US$398.1 millones disminuyó en 38.5% en relación al trimestre anterior, justamente por un aumento de 33.3% en las importaciones, la mejoría en la cuenta capital y financiera por un 38.4%, permitió un balance global positivo por US$348.5 millones, que permitió un aumento en US$447.6 millones en los activos de reservas. Es importante destacar que la balanza de pagos para este período revela una partida positiva por US$93.3 millones en el capítulo de “errores y omisiones”, que además de representar un punto de inflexión en relación al comportamiento a partir del surgimiento de la crisis en el 2002, es un indicador del ingreso de capitales no cuantificados al través de las cuentas nacionales.

En conclusión, las cifras hablan por si solas de una economía en fase de recuperación y así lo han procesado los agentes económicos, los mercados financieros y muy pronto los técnicos del Fondo Monetario, para poner un seguro bucal definitivo a los cuestionadores de las cifras oficiales, también ofrecerán sus resultados, que coincidirán o quizás serán mayores a los estimados del crecimiento trimestral ofrecidos por el Banco Central.

ranr14@hotmail.com

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