La economía del país está creciendo por debajo de su potencial y del estimado por las autoridades para este año, y eso es consecuencia de un entorno internacional con los motores del crecimiento desacelerados, y a lo interno, un sobre-ajuste fiscal,  una reforma impositiva que normalmente tienden a deprimir el consumo y una caída de la inversión privada.

El comportamiento de las principales economías, las llamadas a ser motores del crecimiento, no es el más adecuado para impulsar a corto plazo un proceso de recuperación global, y así, de acuerdo a los estimados al mes de abril del FMI en el World Economic Outlok; para los EU se proyecta para este 2013 un crecimiento anémico de 1.9%, la zona Euro -0.3% (España va a decrecer 1.5%, Italia 1.5% y Francia 0.1%). En esa situación es muy difícil que nuestro sector externo pueda experimentar tasas de crecimiento capaces de estimular el crecimiento y por ello en el primer trimestre se estima las exportaciones nacionales disminuyeron alrededor de 10% (las totales aumentaron gracias a las exportaciones de la Barrick), el número de visitantes extranjeros experimentó una leve reducción en el primer trimestre de 0.64% y también las importaciones totales, incluyendo la de insumos y bienes de capital.

A ese comportamiento de nuestro sector externo, en línea con la lenta recuperación global, se suma localmente un sobre-ajuste fiscal (en el primer trimestre de un déficit programado equivalente al 0.7% del PIB, se redujo a 0.1%) y una reforma tributaria, que como todo aumento impositivo reduce los ingresos de las personas y por vía de consecuencia reduce el consumo, afectando la actividad económica.

Frente a ese panorama, las autoridades han comenzado a actuar y en el ámbito fiscal se tomó la decisión de invertir RD$9 mil millones de forma inmediata en obras públicas. Como el gobierno tuvo un déficit menor en RD$14,965 millones, entonces en este segundo semestre se puede gastar lo programado y en adición 9 mil millones. Incluso, dependiendo de la evolución de las recaudaciones, las autoridades podrían disponer de recursos adicionales para el gasto sin sacrificar la meta del déficit en 2.82% del PIB.

En el ámbito monetario existen diferentes medidas para estimular el crédito a determinados sectores y se han dado experiencias exitosas en el pasado reciente. En 2009, en medio de una recesión global, el Gobierno carecía de los recursos o el financiamiento para producir estímulos fiscales, como recomendaba el FMI y el G-20; en esa situación la Administración Monetaria y Financiera decidió liberar fondos del encaje legal por un monto cercano a los RD$18 mil millones para ser canalizados a ciertos sectores, también se redujo de forma importante la tasa de política (el overnight) y además se cerró la ventanilla directa de colocación de instrumentos del BC al público. Gracias a esa serie de medidas se reactivó el crédito, y en medio de una recesión global, la economía dominicana creció 3.5%.

Recientemente la Junta Monetaria aprobó reducir el encaje legal de los intermediarios financieros y eso va a permitir liberar RD$20 mil millones, los cuales, como destacó el Gobernador Valdez Albizu, podrán ser canalizados a la construcción, la industria, la agropecuaria, comercio, pymes y consumo a tasas de interés no mayor del 9%.

Con la erogación de RD$9 mil millones a obras públicas y la liberalización de RD$20 mil millones del encaje legal, para expandir el crédito a bajas tasas de interés, se envían estímulos adecuados a la actividad económica y dependerá en última medida de la reacción del sector privado aprovechando estos estímulos para aumentar la inversión, el consumo y la creación de empleo.