Estímulos y precauciones

Estímulos y precauciones

Los estímulos a la industria de la construcción anunciados la noche del lunes en el Palacio Nacional suponen la intención de dinamizar la economía del país a través de este sector y crear  facilidades de acceso a la vivienda de clase media. La eliminación de cargas fiscales a los materiales de construcción sería el incentivo para lograr los propósitos señalados. Sin embargo, la iniciativa oficial implica riesgos que no serían extraños en un país como este, en el que los incentivos sectoriales son lamentablemente desviados hacia otros propósitos, como ha ocurrido, por ejemplo, con los subsidios al gas licuado de petróleo, el gasoil y la energía eléctrica.

La exención fiscal del tipo anunciado podría estimular distorsiones muy peligrosas para el mercado de materiales de la construcción. Nada garantiza que estas medidas despierten el apetito de sectores que adquirirían materiales exentos de impuestos que deben ser destinados a un tipo específico de viviendas, para emplearlos en otras edificaciones no contempladas en el plan de estímulo. Y habría que actualizar cuestiones como el costo de las viviendas que aplicarían y los niveles de ingresos de los adquirientes. Estamos conscientes de la necesidad de reanimar la economía y fomentar la construcción de viviendas de interés social, pero las autoridades deberían observar con cuidado los riesgos de la modalidad de estímulo anunciada.

Alimentos sin control sanitario

Lo que a simple vista parece una solución alimentaría, encubre grandes riesgos para la salud. Los alimentos procesados y vendidos en las calles son responsables de muchos padecimientos de salud. La gente suele creer que las cosas son dañinas cuando sus efectos son inmediatos y visibles, y no se percata de que muchas enfermedades se desarrollan en el organismo lentamente  de manera imperceptible.

El negocio de la venta de alimentos ha crecido de manera extraordinaria, asociado a la economía informal. Ha crecido como los chivos sin ley, sin que las autoridades sanitarias hagan valer en este ámbito las normas mínimas de higiene para preservar la salud de la población. El reportaje de nuestro redactor Arismendy Calderón, publicado ayer en la página 16B, no exagera con su título “! Alimentos que matan! El libertinaje en la venta callejera de alimentos es la causa de muchas enfermedades que pueden llevar a la tumba.

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