Factores de carácter geopolítico, la pérdida de confianza en el Gobierno de Donald Trump y la incertidumbre en torno a los próximos pasos que dará la Reserva Federal (Fed) en materia de política monetaria originaron el fenómeno conocido como ‘el vuelo de los capitales’ hacia activos de refugio durante agosto.
Dentro de los instrumentos que tradicionalmente son considerados como refugio, destacó el comportamiento de los metales preciosos. La plata registró un aumento de 3.52 por ciento en agosto, mientras que el oro subió 3.04 por ciento.

En el mercado de deuda, destacó el retroceso de 0.16 puntos porcentuales en la tasa que paga el bono líder norteamericano con un horizonte de vencimiento a 10 años, ante su mayor demanda como activo de refugio.

Otro elemento que reflejó el estado de ánimo de los participantes de los mercados fue el comportamiento del ‘indicador del miedo’. El VIX mostró un aumento acumulado en el presente mes de 9.36 por ciento, al cerrar en 11.22 puntos en la jornada de ayer.
“Los mercados globales perciben niveles de ‘miedo’ que frecuentemente son medidos por el precio del oro y el índice VIX. (…). Históricamente, los inversionistas han tomado posiciones en el metal como un seguro y como refugio en tiempos de crisis”, explicó Eily Ong, analista de metales en Bloomberg Intelligence.

“Las compras de oro como activo de refugio podrían continuar en lo que resta del año, pero cualquier salto del metal podría ser frustrado por un regreso en la fortaleza del dólar”.

Divisas con resultados mixtos. En el mercado de divisas se observaron fuertes vaivenes, dentro de un reacomodo que le favoreció marginalmente al dólar. El índice que mide el comportamiento del billete verde frente a una canasta de diez divisas subió 0.12 por ciento en agosto, pero en el mes llegó a tocar un mínimo desde enero de 2015.

Dentro de las divisas pertenecientes a los diez países más desarrollados, destacó la fortaleza del euro, con avance 0.36 por ciento en el octavo mes del año. El yen, otro activo de refugio por excelencia tuvo un marginal avance de 0.06 por ciento. La moneda mexicana logró terminar en terreno positivo, al acumular un avance de 0.44 por ciento.

En el polo negativo. Entre los activos perdedores del mes sobresalieron los precios del petróleo. El crudo West Texas Intermediate y el Brent retrocedieron en agosto 7.52 y 3.35 por ciento, respectivamente. En tanto, los principales índices accionarios en Nueva York presentaron un enfriamiento en su crecimiento. El Dow Jones y el S&P 500 registraron variaciones de 0.01 y -0.51 por ciento, respectivamente.

Por ahora, los mercados se encuentran a la expectativa de la discusión en Estados Unidos del aumento del techo a la deuda y del paquete fiscal y económico, propuesto por la administración de Donald Trump, que podría generar un nuevo reacomodo cambiario.