Estoy afinando el oído

Estoy afinando el oído

Les digo con sinceridad, que compré un cargamento de hisopillos. Aunque los médicos recomiendan limpiar los oídos con el codo, no lo he logrado. ¡Y miren que he hecho esfuerzos tremendos! Mas no logro meterme el codo en ese órgano esencial para el intercambio de las personas. Por eso decidí comprar los palillitos esos que cubren con algodón en las puntas. Lo hice, porque me parece que estoy quedándome sordo.

Por ejemplo, en días pasados alguien se puso a hablarme de los desastres del tránsito vehicular. ¿Quieren saber qué entendí? Que robaron ciento veinticinco millones de pesos que escondía alguien debajo de su cama. Debido a esos primeros signos de sordera, me puse a discutirle. Porque, comprenderán ustedes, a nadie le pueden robar esa suma de debajo de un colchón. Ni siquiera cuatro millones. Eso es imposible, puesto que cuando alguien posee una suma superior a los mil pesos, los deposita en un banco.

Salvo, por supuesto, que ese dinero tenga circunstancias aberrantes. Pero, según lo que creí que había escuchado, pues más tarde supe que no se me hablaba de eso, ese dinero es fruto del trabajo tesonero. Y del ahorro. Un ahorro constante, frenético, como no se nos ha enseñado en nuestras casas a ninguno de los demás. En consecuencia, desde que ese dinero creció lo suficiente para sacar cédula, debió ser depositado en alguna cuenta bancaria.

Anoche, al llegar a mi casa, Rossy comenzó a hablarme de los aumentos que sufriremos en la tarifa escolar. Mis problemas auditivos, sin embargo, distorsionaron total y radicalmente el mensaje. ¿Saben qué entendí? Que dizque el edificio del Banco Agrícola será vendido para capitalizar esa entidad prestamista y de desarrollo. Desde que me pareció que había oído esto, me enfurecí. Tanto, que mi mujer decidió dejarme sólo, y únicamente me calmé al contemplar que marcaba el teléfono del Hospital Psiquiátrico Padre Billini. Sólo eso me contuvo.

Pienso que Rossy está perdiendo su calma habitual. Porque, después de todo, yo no dije nada del otro mundo. ¿Qué le dije que la venta del edificio principal del Banco Agrícola es una barrabasada? Eso lo dice cualquiera que crea haber escuchado eso. ¿Qué si prospera esa absurda iniciativa se estarán premiando a un tiempo la incompetencia administrativa y la incapacidad del Gobierno Dominicano para entender la función de ese banco? Bueno, eso lo dice cualquiera.

Hasta un niño de t… tiempos atrás.

Yo no veo por qué mi mujer intentó llamar al Psiquiátrico cuando le salí con eso.

¿Que ella de lo que me habló fue que los precios de los bienes de consumo se han duplicado y las estadísticas no registran esas alzas? ¡Bueno, repítemelo, con calma, en alta voz, tal vez buscándote un megáfono, pero no intentes mandarme al 28, por el amor de Dios! Y fue debido a esta inocente trifulca resultado de la cual, por poco mi mujer me manda al Psiquiátrico, por lo que opté por comprar los hisopillos.

Eso sí, no se lo digan a mi otorrinolaringólogo. Que lo hice, únicamente para no escuchar cosas increíbles. E igualmente inconcebibles.

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