Estrategia china contra la pobreza extrema

Estrategia china contra la pobreza extrema

Eduardo Klinger Pevida

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El 25 de febrero de 2021 Xi Jinping anunciaba a su país y al mundo que se había erradicado la pobreza extrema. Mostró al país el cumplimiento de Partido y Gobierno y al mundo le comprobó que el modelo socioeconómico chino era eficiente mostrando al liderazgo global que la meta era alcanzable siempre que se pusiera por delante el interés de la gente. El logro chino es de los más relevantes del siglo XXI. Ciertamente, se venía progresando, con más o menos avances, desde el triunfo revolucionario en 1949.
Sin dudas una conquista sin igual en la evolución de la humanidad. Al lograrlo diez años antes del 2030, fecha fijada por la ONU, China izó su gran éxito coincidiendo, precisamente, con el momento en que la pandemia arrastraba a decenas de millones a atroces condiciones de pobreza, incluso en países ricos. Ahora pronostican para 2030 que, lejos de lo esperado, alrededor de 251 millones de personas estarían en condiciones de pobreza extrema.

Desde que en 1978 Deng Xiao Ping expuso una estrategia de desarrollo, el país ha rescatado de la pobreza a más de 850 millones de habitantes. Según ONU, ese volumen de reducción de pobreza extrema equivale al 70% de lo logrado en ese campo a nivel planetario. Cuando en 2013 se inició la etapa final hacia la meta del 2020, se destinaron más de 246 mil millones de dólares para sacar a flote a 99 millones de personas en 128 mil aldeas rezagadas para barrer la pobreza extrema de la superficie nacional. Se construyeron más de 1 millón de kilómetros de caminos rurales, se conectaron a Internet 98% de aldeas, fueron recuperadas viviendas de 25,68 millones de habitantes y se construyeron nuevas casas para otros 9,6 millones.

El Triunfo Revolucionario en 1949 encontró al país en terrible pobreza, devastado por la guerra contra la ocupación japonesa y la guerra civil. Al alcanzar su espectacular desarrollo en pocos años, China demostró que era posible hacer coincidir crecimiento y desarrollo. Un problema de voluntad y prioridad política.

Semanas antes del anuncio de Xi Jinping, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó que cada vez que visitaba China se sorprendía de la velocidad del cambio: “[Ustedes] han creado una de las economías más dinámicas del mundo, a la par que ayudan a más de 800 millones de personas a salir de la pobreza, el mayor logro de la historia en materia de lucha contra la pobreza”.

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