En las últimas décadas líderes políticos, empresariales y sociales han planteado la necesidad de definir una estrategia de desarrollo logrado en base al consenso, de hecho el país ha obtenido en diferentes periodos excelentes resultados puntuales gracias al diálogo y la concertación, pero ahora es posible arribar a esa estrategia y garantizar su aplicación, al margen del gobierno de turno, gracias a que  la nueva Constitución, en su artículo 241, ordena al Poder Ejecutivo a elaborar una estrategia de desarrollo, previa consulta con el Consejo Económico y Social, así como a los partidos políticos, la cual deberá ser sometida al Congreso y convertirla en ley.

Gran responsabilidad la de elaborar esa estrategia por consenso y además hacerla práctica y viable de forma tal que se cumpla con un mandato constitucional y una ley, en ese tenor el ministerio de Economía, el Consejo Económico y Social, presidido por Mon. Agripino Núñez Collado, comisiones de técnicos y organizaciones de la sociedad civil han propuesto los cuatro ejes fundamentales de la estrategia, los cuales deberán ser difundidos e integrar a representantes de los partidos políticos, de las principales organizaciones de la sociedad civil al debate, al enriquecimiento y finalmente al documento de consenso que será presentado al Congreso.

El eje #1 tiene como objetivos una administración pública más transparente y orientada a resultados, seguridad ciudadana, imperio de la ley, democracia participativa y seguridad nacional, el eje #2 contempla una educación de calidad, salud y seguridad social integral, igualdad de oportunidades y bajos niveles de pobreza, cohesión territorial, vivienda digna, cultura, recreación y deporte para el desarrollo humano.

La estabilidad macroeconómica con alto crecimiento, energía confiable y eficiente, ambiente de competitividad, empleo decente y estructura productiva articulada e integrada competitivamente a la economía global forman parte del eje #3, mientras que el cuarto comprende sostenibilidad ambiental, eficaz gestión de riesgos y adaptación al cambio climático.

El gran reto de los participantes es ponerle los apellidos a cada una de las metas definidas en los cuatro ejes y su orden de prioridad, pues no se trata simplemente de resaltar la importancia de contar con un sistema eléctrico eficiente, de un entorno competitivo o un estado más transparente, sin lugar a dudas todos aspiramos a esos resultados, la importancia del debate será arribar por consenso a un documento donde se expliquen las medidas, reformas, acciones y monitoreo para llegar a esas metas dentro de las dos próximas décadas.

Una Estrategia Nacional de Desarrollo 2010-2030 bien elaborada, consensuada y convertida en ley representaría un gran instrumento para que varios gobiernos y esta sociedad transiten unidos por la misma vía, la que puede conducirnos a la construcción de un país próspero, con seguridad, igualdad de oportunidades, con una democracia participativa, una ciudadanía responsable e insertos competitivamente en la economía global.

Es la gran oportunidad de organizarnos, de dar continuidad al Estado y garantizar un uso prioritario y eficiente a los recursos.