Estrategia de desarrollo

Estrategia de desarrollo

EI desarrollo nacional debe ser considerado como un proceso humano que obliga a tomar en consideración el empleo y la distribución con cierta equidad de los ingresos que se generan. EI aumento aparente del PIB a costa de un gran desempleo y de la marginación de la gran mayoría del bienestar social, concentrando la riqueza e ingresos en manos de una élite, no es desarrollo, no importa lo que reflejen los fríos y dudosos indicadores macroeconómicos.

EI éxito de las políticas y estrategias de desarrollo radica mas bien en los cambios de la calidad de la vida humana. Los objetivos del incremento del empleo, el incremento de la productividad y la redistribución de ingresos a favor de la población, son los indicadores apropiados del desarrollo, ya que reflejan mejoras en las condiciones de vida y de trabajo.

Es así que el estado de bienestar social para los que están actualmente marginados, para la clase media, para los campesinos y trabajadores, debe ser la meta central del proceso de desarrollo nacional. La reducción de las desigualdades económicas entre los habitantes del país y la restauración a la familia de su perdido poder adquisitivo, además de ser un acto de justicia social, es una condición indispensable para lograr la expansión de la economía y la estabilidad de la sociedad.

Es indudable que para lograr esos objetivos es necesario considerar que los sectores productivos son la base fundamental del desarrollo y de la política de empleo. Estamos convencidos de la necesidad de privilegiar a los sectores productivos para obtener una dinamización de la economía que garantice la alimentación del pueblo y ensanche nuestro mercado interno. Estamos conscientes de que las aspiraciones de un proceso continuo de desarrollo no pueden fundamentarse sobre un mercado interno descuidado y desabastecido.

En consecuencia, la implementación de un Plan de Desarrollo Nacional debe fundamentarse en la determinación de la interrelación existente entre los diferentes sectores nacionales y la identificación de los sectores más fuertemente vinculados con el resto de la económica, así como aquellos con demostradas ventajas comparativas dentro del nuevo contexto de la economía mundial. La estrategia de desarrollo que se adopte debe privilegiar las necesidades de esos sectores sobre la base de que su crecimiento producirá el impulso necesario para que la economía entre en un proceso rápido de desarrollo, al tiempo que se obtendrán mayores niveles de productividad. Ese privilegio debe abarcar las necesidades de aquellos que, en caso de no desarrollarse, resultan un obstáculo al crecimiento que se busca.

La decisión adoptada por el Gobernador del Banco Central en el sentido de la liberación de recursos al disminuir el encaje legal para ser puesto a disposición del sector construcción (mediante la reducción de la tasa de interés hipotecaria) y de las medianas y pequeñas empresas, luce una estrategia adoptada en consideración a 1o anteriormente expuesto. Vale señalar, privilegiar en estos momentos de crisis, dos sectores con una destacada participación en el PIB y, consecuentemente, con capacidad sobrada de arrastrar a la economía a un proceso de crecimiento rápido, mediante el incremento de empleos y de la productividad.

Más aún, estamos en presencia de unas lúcidas medidas institucionales con pocos precedentes en el país.

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