Ahora que el país está invitado a opinar sobre la E.N.D. es propicio debatir también sobre -el como y a donde ese desarrollo- es decir sobre esa tarea pendiente llamada ordenamiento territorial, más aun cuando estamos enfrentados a las consecuencias del cambio climático y a estrategias de desarrollo que reconfigurar el espacio social y por lo tanto el espacio geográfico y sus recursos naturales; ordenar el territorio, evaluar sus potencialidades y sus usos son tareas de los geográfos.
El 28 de febrero pasado, una tempestad llamada Xynthia con vientos de más de 200 km/h rompía viejos diques lo que permitía al Océano Atlántico inundar una porción de tierra por debajo del nivel del mar – urbanizada por jubilados y trabajadores del mar con 1400 casas- causando 53 muertos y más de 300 a 400 millones de pérdidas. La naturaleza retomaba su sitio y todo parece indicar que las autoridades administrativas y políticas habían otorgado permisos donde por sus condiciones de vulnerabilidad, no se debía construir. La encuesta judicial abierta aportará luces sobre las responsabilidades de los que tomaron las decisiones; mientras tanto, ayer tomaron otra decisión: la de destruir las 1500 viviendas que aún permanecen en tales condiciones de riesgos y compensar a sus habitantes según el precio de su vivienda antes de la catástrofe.
Acondicionar el litoral y urbanizarlo son tareas de los geógrafos. En Francia, se construyó en « zona de vulnerabilidad extrema »: el costo?: incalculable, tanto económico como emocionalmente. Moraleja: las tierras liberadas de toda urbanización volverán al estado natural.