Estrategia para la sostenibilidad

Estrategia para la sostenibilidad

MARTHA PÉREZ
El concepto de sostenibilidad aparece en todas las agendas gubernamentales y de la sociedad civil que enfocan el tema del Desarrollo. Hay quienes consideran que se ha puesto «en moda» hablar de Desarrollo Sostenible; pero  la realidad  es que existe una preocupación generalizada por el futuro; de ahí que el concepto de sostenibilidad para el desarrollo sea hoy una de las grandes prioridades. De la Cumbre de Johannesburgo del 2002,  la sostenibilidad es la clave para el futuro, lo que desde entonces, ha planteado la necesidad de definir estrategias para la sostenibilidad; estrategias nacionales de sostenibilidad.

En lo que respecta a la República Dominicana, pese a los avances desde el comienzo, urge continuar definiendo una estrategia para la sostenibilidad, estrechamente vinculada al Medio Ambiente y los Recursos Naturales. Los resultados de la Cumbre de Johannesburgo y las propuestas formuladas por la UNESCO hablan de una Educación para el Desarrollo Sostenible; y la situación por la que atraviesa en estos momentos la educación ambiental en nuestro país, sobre todo, la educación No formal, conduce a fortalecer este aspecto como parte de una estrategia para la sostenibilidad. Un primer paso en este sentido, lo constituye la Estrategia Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Sustentable en la República Dominicana, publicada por la Secretaría de Estado de Medio Ambiente; fundamentada en los principios y objetivos de la Ley General  No. 64-00 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales de R.D.; y en la ejecución de una política educativa que produzca cambios en la conducta de los dominicanos en favor de la naturaleza.  Reiteramos, es sólo un primer paso; quedan muchos retos si queremos seguir hablando de sostenibilidad.

Como la Educación, la Sostenibilidad es la clave para el futuro. Cuando hablamos de futuro, hablamos de porvenir, de un  porvenir que depende de cómo actuemos hoy frente a la naturaleza  para que  las  venideras generaciones puedan beneficiarse de ella. En un mundo en continuo crecimiento, que demanda cada vez un entorno natural limpio, sano, en el que se mantenga la diversidad; en el que se cultive el patrimonio cultural de la humanidad; para  mayor democracia y bienestar; hay que tener definida una estrategia clara para el Desarrollo Sostenible, fundamentada en objetivos hacia un desarrollo económico, un medio ambiente sano, calidad de vida y cohesión social; que tengan como actores a todos los sectores sociales y políticos al mismo tiempo, de modo que se logre una integración, participación y coordinación que contribuya, de manera particular a la sostenibilidad para la República Dominicana, que a la vez lo sería para América Latina y el Caribe, y para el resto del mundo. Teniendo  una importante herramienta  como es  el Plan de Acción gubernamental para la sostenilidad, acogido por las distintas instituciones para su puesta en ejecución;  inmiscuirse en la dinámica para asumir responsabilidades en la vida social y política, desarrollando y compartiendo nuevas ideas para ampliar las posibilidades de un nuevo componente de cambio social,  sería una forma práctica de ir aproximándose a la sostenibilidad. La Estrategia Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Sustentable de la República Dominicana, es parte esencial para una estrategia  nacional de sustentabilidad.

Por dónde comenzar?: Pobreza y entorno; a causa de la pobreza mucha gente se ve obligada a sobre explotar los recursos naturales. Este es un caso muy sensible; para unos, la solución sería combatir la pobreza; para otros, proteger los recursos naturales; sin embargo, ambas respuestas deben estar acompañadas de planes y programas educativos que lleven conocimientos que permitan a esa gente aprender a relacionarse con su entorno beneficiándose  ambos. Este sólo ejemplo, de los tantos que conforman la realidad dominicana, que es común a muchas otras naciones; demuestra que las respuestas no solo son competencias de los gobiernos de turno, sino de todos y cada uno de los actores de la sociedad, consecuentes compromisarios directos del Desarrollo Sostenible.  Cuando por verlo así, nos involucremos activamente, podremos calificar como «sostenible», nuestro real desarrollo económico, ecológico, social y cultural.

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